La vuelta a la rutina no había sido fácil. María se había empeñado en seguir en su casa, a pesar de todo. No quería más cambios este año. Tampoco iba a mudarse tan pronto dejando atrás su piso, no estaba loca. Pero no quería irse al piso de Adrián ni siquiera a pasar unos días. Una noche, quizá, pero quería que la mayoría del tiempo fuese en su casa, así que fue Adrián quien movió su vida para estar con ella. Diego ya vivía ahí, así que él no hizo nada, solo dejar de dormir en el sofá. Empezó a trabajar, así que muchas veces María y Adrián estaban solos.
Finales de noviembre.
- Me siento tan estúpida por no haberte querido escuchar por lo de Karina en todo este tiempo - Adrián y ella estaban tumbados en el sofá viendo una película, la tenía abrazada y ella apoyaba su cabeza en su hombro y al escucharla la estrujó más fuerte contra su cuerpo.
- No le des más vueltas ojazos - Adrián quería olvidar ya el tema por completo. No quería que María pensara más en ello, temía que si lo hacía en algún momento se volviera loca.
A las 7 de la tarde María se vestía para ir a sus clases de Pole Dancer y Adrián se ofreció a llevarla, así él de paso iría a su piso y a hacer unos recados, luego la recogería y volverían a casa a esperar a Diego para cenar los tres juntos. La dejó en clase a las 8. María saldría a las 9.30. Le dio un beso en la misma puerta de la academia sin pensar siquiera en que quizá otro día vendría con Diego. Adrián, que se había bajado del coche para despedirla, la agarraba del culo mientras la besaba y le decía las ganas que tenía de follársela esa noche. María se giraba y se iba con una gran sonrisa en la cara, y los labios hinchados por el beso, ansiosa por esas palabras y moviendo el culo sabiendo que él se lo estaría mirando. En clase, Tania, una de sus compañeras, comentada la jugada.
- Joder María, que calladito te lo tenías... ¿Quien es ese bombonazo de ahí abajo?- María que no se esperaba esa bienvenida la miró y se puso roja.
- Hola Tania, pues... - ¿Que podía decir? - Pues es Adrián, uno de mis dos novios - Tania abrió la boca y empezó a reírse.
- Que bien te lo montas tía. Di que sí, mientras no se enteren - Y ahora era María quien se reía también.
Y qué liberador había sido. Haber dicho aquello. Uno de mis dos novios. Haber hablado de los dos con libertad, sin tapujos. Joder, que bien se había sentido, aunque luego no había sacado de su equivocación a Tania, porque le podía haber dicho que no, que los dos eran conscientes de su relación, que llevaban una relación de tres, que se los follaba a los dos a la vez a veces, que los quería a los dos y que ellos la querían a ella y que se querían entre ellos, aunque no físicamente, eso no. Podía haberlo dicho alto y claro, y si, algún día lo diría, pero hoy había dado un paso y joder, que bien le había sentado.
Al salir de clase Adrián la estaba esperando ahí y Tania le hizo un gesto al verle y ella se echó a reír. María se lanzó a los brazos de él y Tania se quedó con la boca abierta. Adrián la vio especialmente sonriente en el coche.
- Cuéntame que es motivo de tu felicidad ojazos... - María le miró. Adrián conducía y estaba guapísimo subido a ese potente coche.
- Le he contado a Tania, la chica que se reía ahora al salir, que tengo dos novios - Adrián sonrió y pensó ¿Somos sus novios? ¡Vaya! Esto es nuevo. - Y ha sido super liberador, ni te lo imaginas - Adrián la miró un segundo y le mostró su mayor sonrisa, ella soltó aire de golpe - Me gustaría tanto poder decírselo a los demás, ir por la calle los tres de la mano, besaros cuando quiera, y no se... actuar normal, sin tener que pensar en nada más que en ser yo misma con vosotros - Adrián le puso una mano en el muslo y se lo apretó.
- María eso no puede ser hasta que tu te quites los prejuicios. No es la gente, eres tu. Te importa a ti lo que los demás digan. Y no está mal ojazos. No digo que esté mal... pero cuando estuvimos en París actuabas normal y la gente era igual de cerrada allí que aquí, pero allí te dio igual.
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En la vida de María - Trilogía María parte 2
RomanceLa trilogía María continua con esta explosiva y sensual segunda parte. MÁS EMOTIVA. MÁS PLACENTERA. MÁS ADULTA. Si creías que la vida de María había acabado, estás muy equivocada, porque María tiene aun mucho placer que dar y recibir. Aun más sen...