GOOD TIMES [TodoBaku] BNHA

3. La Convivencia

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. • La convivencia •.

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El fin de semana antes de su turno en la cocina, Bakugō se la paso maldiciendo y protestando (más de lo normal) sobre su absoluta negación a la tarea impuesta que tenían por delante.

Kirishima, que era el único ser sobre la tierra que aguantaba el humor de perros del rubio, paciente y tranquilo había aguantado el gran berrinche que hacia su amigo.

Por supuesto que, como la voz de su conciencia qué era, le había echado la misma basura moral que él mismo Iida había dicho casi toda la semana. Sobre la colaboración, el trabajo en equipo y forjar lazos entre compañeros.

Y después de muchas horas de discusión, gritos, sentimentalismo y mucho, mucho soborno. Kirishima había logrado convencer a Katsuki de ayudar en la cocina la semana entrante.

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El lunes Bakugō se encontraba de un humor especialmente peligroso, porque simplemente se levantó así y punto.

Durante el día no habían faltado los típicos insultos y gritos a Deku, y muy incluido también ya estaba Todoroki.

De hecho, el rubio había pasado buena parte del día tratando de intimidar al bicolor. Buscando algún tipo de pelea, confrontación, al menos que contestara o insultara, algo, lo que sea, más el otro lo había ignorado muy bien durante todo el día. Y a Bakugō le hervía la sangre de pura rabia ante tanta indiferencia.

Que si bien su trato había sido así hasta ahora, los dos ignorándose lo más que podían. En una afilada aura de competencia.

Bakugō quería ponerle una etiqueta más definida a su situación. Por que amigos en absoluto no eran, sí eran rivales, no directamente enemigos (en el gran sentido de la palabra) pues al menos el semi albino no entendía aquello, y Bakugō se sentía bastante idiota con su odio unidireccional. Y exactamente por eso mismo buscaba alguna especie de confrontación directa con Todoroki. De alguna manera estaba buscando el odio del chico.

Y es que quería eso, quería que fueran enemigos, unos verdaderos, dos rivales estorbando en el camino del otro para ser el número uno.

Lo quería lejos, él y su estúpida cara aburrida.

Definitivamente lo quería muy, muy lejos de él. Y del enfermo sentimiento que le hacía sentir.