GOOD TIMES [TodoBaku] BNHA

25. Un segundo para la eternidad

-25-

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

. • Un segundo para la eternidad •.

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

Durante el receso de invierno los estudiantes de la Yūei retornaron a sus hogares a celebrar las fiestas de fin de año con sus familias.

Muchas cosas habían pasado hasta ese diciembre, el final de un segundo semestre con exámenes terribles y demás inconvenientes que ocurrieron en el camino. Así que de hecho todos los estudiantes de verdad se tomaban sus vacaciones como un muy merecido descanso y no sólo de las clases, también de los constantes atentados que sufrían en la academia y básicamente siempre que estuvieran juntos. Todos abrazaban sus vacaciones con la tranquilidad que les brindada regresar a casa sin más deberes que ver los días pasar.

Para Katsuki, estar en casa era todo menos un "descanso". Durante los días que estaba ahí su madre lo tenía básicamente preso como una especie de sirvienta para la casa, además que discutían cada tres horas por alguna tontería. Ante eso su padre trataba de apoyarlo, pero en su hogar la que tenía la última palabra era claramente su madre.

Actualmente el lugar donde más horas pasaba en el día era la cocina, ya que su madre era tan mala cocinera que hasta le tocaba cocinar todos los días, incluso tuvo que hacer la cena de navidad.

Bueno, después de todo. No podía decir que la pasaba tan mal como sonaba, porque aunque no lo pareciera Katsuki era un chico que disfrutaba bastante de un ambiente sencillo y tranquilo, aunque irónicamente siempre era el primero en romper ese tipo de escenarios con su personalidad explosiva. Pero sí, Bakugō trataba realmente de disfrutar de sus días de apartada y sencilla soledad. De las mañanas difíciles con su madre, los paseos solitarios que daba en la tarde. De verdaderas noches de descanso.

Ese ciclo tan monótono y aburrido logro darle la suficiente tranquilidad que había perdido hace tanto por el drama que rodeo su vida los últimos meses.

Se tomó unas verdaderas vacaciones, y no sólo del estrés de la Yūei. Si no también de Todoroki —de lo que representaba —y era cierto, su relación hasta el último día de clases estaba todo bastante estable, todo lo equilibrada que podían lograr. Tomarse un tiempo para ellos solos les caía bastante bien, considerando que en su habitación de la academia prácticamente vivían juntos. Alejarse de Todoroki le llenaba de un aire fresco y liberador. De nuevas perspectivas y principalmente lejos de aquella enfermiza dependencia que habían estado formando alrededor.

De verdad que le hacía bien, o eso quería creer.

Después de todo, fue el quien propuso que aquella vacación se alejaran y se dieran un tiempo.

Y sí, sí disfrutaba mucho de su tiempo. De ser otra vez sólo él y sus pensamientos, de ser sólo él y sus decisiones, sin preocuparse en otra persona. En serio disfrutaba de esa sensación de liberación. Pero, como la patética alma enamorada que era, también lo extrañaba. Extrañaba su taciturna presencia, sus comentarios absurdos y la forma en la que buscaba su atención haciéndolo enojar. Lo extrañaba tanto, tanto que se obligaba a negarlo.