16. Rotos

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.• ROTOS •.

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— ¿Qué? ¡¿Q-qué si hay a-alguien que me... me guste?! —tartamudeo Kirishima revolviendo su plato todo nervioso. —Bueno... Sí. Sí hay alguien que me guste. —confesó rápido y sin levantar la mirada.

En la mesa no se escuchaba nada más que el sonido de fondo de la carne siendo azada y las voces de los otros comensales hablando alrededor.

—Está en mi clase... —siguió el pelirrojo jugando con la carne entre sus palillos. —Y me gusta. Me gusta mucho. —suspiro desanimado. —En realidad yo...

—¡Espera! ¡Espera! —lo interrumpió Tamaki alarmado. Nunca le había gustado ese tipo de conversaciones, pues la mayor parte del tiempo se sentía perdido y fuera de lugar. Nunca sabía que decir. —Yo te eh preguntado si te gusta la salsa. —movió el pocillo en sus manos frente a su compañero.

Kirishima se sintió profundamente avergonzado.

Su reflejo rápido fue reírse. Rascando su nuca, nervioso y sintiéndose estúpido. Al final dejo la risa forzada para remplazar su expresión temblorosa por una cara seria. Aquello alarmó a Tamaki porque sabía que es lo que venía a continuación. El de pelo negro tan sólo siguió comiendo y espero a que el otro hablara.

—Lo siento. Lo solté todo de repente porqué lo eh estado conteniendo por mucho tiempo. Supongo que quería liberarme. —suspiro cansado. Sus mejillas adquirieron un ligero tono rojo. —Y también quería pedir consejo a un mayor. —sonrió tímido mirando a un pelinegro que se atragantaba de comida para evadir la conversación.

Al chocar miradas por unos segundos con el pequeño pelirrojo suspiro resignado a enfrentarlo. Debía ser maduro y actuar como su mayor que era.

—No soy el más indicado para dar consejos. —confesó mirando recto a su plato ya casi vacío. —A mí en realidad... Nunca me ha gustado nadie. —dijo. Y por toda la presión, que significó confesar algo así para una persona tan tímida como lo era el chico, Tamaki enrojeció dramáticamente y casi se desplomó en la mesa a esconder la cara en su plato.

Pero mordiéndose la lengua y apretando los puños, pudo contenerse y respirar.

—Sé lo difícil que es para ti hablar de estos temas. Lo siento mucho. Yo ya no voy a mencionarlo. —se disculpó el menor volviendo a devorar su plato como si nada hubiera pasado.

En ese instante llego Fat Gum con más comida a sentarse junto a ellos con aquella gran sonrisa y moviendo todo a su alrededor con su gran volumen.

GOOD TIMES [TodoBaku] BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora