GOOD TIMES [TodoBaku] BNHA

26.2 Nunca entiendes

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. • Nunca entiendes •.

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Los sábados por la noche, Bakugō sale a correr alrededor de un parque que está a cuatro cuadras de su casa. Lo hace desde que era niño.

Tiene recuerdos viejos y mezclados de aquel lugar. El primer recuerdo más claro que tiene es de Deku y él explorando el territorio cuando eran muy pequeños, cuando solían llevarse bien y era su único amigo.

Recuerda también golpear algunos cuantos idiotas con sus amigos, en aquellos tiempos consideraba eso divertido, en realidad ahora cree que el estúpido era él. Pero trata de olvidar esos tiempos.

Lo que recuerda bien, ya que aún está muy fresco en su memoria. Es la rutina severa que se impuso un año antes de entrar a la U.A. El entrenamiento que realizaba en las noches después de sus clases de secundaria. Todas las veces que dio vueltas por toda aquella extensa área.

Aun podía sentir bien la sensación del dolor en sus músculos, el cansancio de su cuerpo y lo jodidamente bien que se sentía al terminar toda su estricta rutina al volver a casa. Porque sabía que cada día se volvía más fuerte.

Sus razones para correr ahora eran un tanto diferentes, lo hacía por entrenamiento —aquello no había cambiado, sí. Pero ahora también lo hacía para sacarse de encima los kilos de frustración que cargaba de toda una semana de fracaso en la Yūei, de algún modo, sentía que debía castigarse por eso, entonces corría hasta desfallecer.

Hasta que llagara la media noche y cayera rendido sobre la yerba. Sólo entonces paraba.

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Katsuki se tiró de espaldas sobre la fresca hierba mientras respiraba con dificultad en la quietud de la noche. El aire parecía quemarle las fosas nasales y todo el camino hacia sus pulmones. Su pecho se movía de arriba hacia debajo de forma frenética y se encontraba bañado en sudor. El cuerpo le dolía demasiado, como en los viejos tiempos. Aun así, ya no existía la grata sensación de satisfacción que antes acompañaba al final de sus entrenamientos.

Por algún motivo, ahora sólo había vacío.

Que frustrante era todo. Que jodido se sentía. Lo odiaba.

—No es bueno que te sobre esfuerces tanto, Kacchan.

Escucha una voz a un costado de él. No necesitaba abrir los ojos para saber quién era, aquel apodo por aquella voz de mierda sólo pertenecían a una persona. Tampoco se sentía sorprendido de que lo haya encontrado. No era la primera vez.

Desde siempre ambos chicos habían coincidido en ese parque, cuando eran niños y buenos amigos. Cuando crecieron y parecían desconocidos. Hasta ese año, donde eran dos rivales que encontraron cierto acuerdo en su relación.