Buenos días, señorita.
Buenos días con atención.
En este pueblo viejo
aquel que investiga, soy yo.
Cabellos dorados,
mejillas rosadas,
vestido rojo
que con sangre se baña.
Mi amigo te amó,
con demasiada pasión,
un libro te escribió,
el que lo condenó.
Veo tus restos en mis sueños,
caigo en tu fosa con miedo,
me quieren eliminar,
tres veces una nota infernal.
"Vuelve a tu casa, Goldman".
(The Writer)
Inspirado en "La verdad sobre el caso Harry Quebert"
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¿Poeta, yo? ©
Thơ caSiempre me he preguntado si la poesía son reglas o una expresión, sílabas métricas o pensamientos acoplados. Motivo esencial para que cada vez que la inspiración toque mi puerta, un nuevo poema estará como medio para encontrar la respuesta a la preg...
