¿Poeta, yo? ©

El funeral indicado

Distintas formas de ver el mundo,
diferentes maneras de captar tu alrededor,
caminas sobre tierra mojada
y aquella tierra soy yo.

Un filósofo ha perdido su empleo,
pero sólo era filosofar,
por lo que se ha quedado
vacío y sin ganas de pensar.

Ya no es nadie y nunca lo fue,
jamás rebuscó en su cabeza,
lugar de telarañas,
en donde esta volaba con palabras.

Aquel escondrijo repleto de memorias
que sólo funcionaba para evadir retóricas,
ese lugar que se incendia al instante de recordar
lo que fue, lo que es y lo que será.

¿También es humano?
No lo creo.
¿Tiene compasión?
Aún no la encuentro.

¿Llora en un rincón?
Por cobarde.
Y quien pueda
sea el que se salve.

Las constelaciones se forman frente a sus ojos,
las ojeras acunan sus sollozos,
largas noches sin dormir, en vela,
tiradas al vacío sin pena.

¿Acaso no merecía un abrazo?
¿Un simple acto de caridad?
¿Tan frío era para no enfrentarse
a la cruda realidad?

Pero hoy me encuentro aquí,
enterrando sus huesos,
hoy estoy sola
en la caja del féretro.

(The Writer)