Juicio comprado

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La tinta corre por sus venas,
sus escritos lo han consumido,
las ideas ancladas a su cerebro,
es un preso por los motivos.

Su piel son letras,
sus dedos papeles,
el alma su vida
y sus palabras dinteles.

Condenado a vivir
por lo que prometió destruir,
las maquinaciones y los engranajes
van marcando su fin.

No sufre, no reclama,
conoce los delitos,
y aunque le digan inocente
él sabe que es caso perdido.

Ningún abogado se mostró a su juicio,
con sus obras se defendió,
apeló a cada segundo,
por su libertad imploró.

Pero el escritor quedó en eso,
era un ciclo de morir,
en que nadie te conoce,
¿en realidad vivías ahí?

(The Writer)

¿Poeta, yo? ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora