¿Poeta, yo? ©

La última petición

Y en la recta final
donde termina la carrera,
allí te esperaré
hasta el día en que muera.

Con los brazos abiertos
y una sonrisa en los ojos,
te recibo a pesar
de los momentos de enojo.

Era un día de sol en el cielo
y lluvia en el firmamento
pero aún lo recuerdo
como la huida de mis sueños.

Fuiste una pérdida
de mi valioso tiempo
pero el pasado se lo llevó
igual que vuela el viento.

Te recuerdo
como una llama
que lentamente se extinge
en plena nevada.

Vienes a mi memoria
y te desvaneces con el tiempo
¿sabes ya no escucho ni tus ruegos?

Porque nunca fuiste nada para mí,
todo formó parte de un acto de magia y
te advirtieron las consecuencias en un inicio
pero tú te empeñaste en continuar con el suplicio.

Y a pesar de saber la verdad,
la niegas para vivir un día más
y por más que conoces la decisión,
persistes en engañar a los otros.

Nunca te pedí realizar algo así
y la que apostó sus ojos, la conocí,
pero ya no la reconozco detrás de la máscara
que aquellos vicios han inundado su alma.

Te pido regresar a las raíces,
como amigos que fuimos en tus días grises,
que me permitas luchar por quien amo
y no cortes los hilos del lazo.

Hagamos una tregua,
en la que ambos ganemos,
tengamos un acuerdo
para terminar el juego.

Ya no soporto la farsa
que se teje a mi alrededor,
pero espero que te importe a ti, por favor.

Despidámonos por las buenas,
no guardes rencores.
Olvidemos los tragos
de las discusiones.

Que cada uno tome su propio camino,
y cuando cumplamos nuestros cometidos,
regresarás a mí, te lo prometo y te lo digo,
y serás capaz de llamarme tu amigo.

(The Writer)