¿Poeta, yo? ©

La nueva poeta

Separada de mis letras,
me he quedado sin venas,
una parte de mi sangre
está dentro del brebaje.

Necesito de ellas para continuar viviendo,
necesito de su oxígeno para respirar,
embriagarme de su aroma para seguir luciendo
como todo lo que aquellos desean admirar.

Un estuche sin nada en su interior,
una boca que habla, ¡qué emoción!
Con frases destructivas vestidas de seda,
la labia ha sido la primera guerrera.

Frente a todo, luchando por un bienestar,
pero a ella nadie la detendrá,
sus redes las tejió en un pasado
y en ese tiempo ya fue su reinado.

Dama de las estrofas, señora de las palabras,
que pinta el lienzo con sus artimañas,
utiliza el óleo a su favor
y no sufre porque no tiene corazón.

Un monstruo hecho de lino fino,
una serpiente que susurra al oído,
la cizaña es su mejor fortaleza,
llamada musa de los poemas.

Con ella la tinta corre por el papel,
el instrumento transmite el perecer,
camina entre nosotros sin ser vista
y por su servidora está en lista.

Le abrí las puertas de mi casa;
come bien, tres comidas diarias,
se hospeda y no paga alquiler,
considerada mi hija y heredera también.

En el momento que muera, le dejo todo,
mis escritos son mi mayor tesoro,
pero por mientras y hasta esperar...
¿no creíste que la iba a abandonar?

(The Writer)