¿A esto se le llama vida? Qué asco.

Ser leída por mi familia ¿Bueno o malo?

Aún no lo sé.

Hoy lo averiguaré.

Ayer, antes de dormir, le comenté a mi abuela de lo mucho que me gustaba escribir. Y sí, todo a causa del mágico café que mencionaba en los artículos (O capítulos) Anteriores. Ella, un poco adormilada, me dijo que le gustaría leer algo de mí.

Sí tan sólo fuera verdad su interés.

Comprobé que la daba igual leer o no palabras prominentes del alma de su nieta, así que he sacado mis propias conclusiones de ser leído por la familia.

¿Bueno o malo? Cincuenta y cincuenta.

Y en parte, o al completo sentido; no es ni bueno ni malo ser leído por ellos.

Todo depende de sus mentes al momento de procesar simples palabras.

Quizás piensen que estamos -Y digo estamos, porque siento que más de uno le da algo de miedo ser leído por alguien más que uno mismo.- Locos... O que sólo es de momento aquel pasatiempo, en algunas ocasiones sí. Pero, ¿Qué pensó Paulo Cohelo, o Rómulo Gallegos, Arturo Uslar Piertri, Salvador Garmendia, Teresa de la Parra... Andrés Bello, cuando decidieron -O descubrieron.- Ser aliados de las letras y expresar lo que por su mente pasaba?

Les gustaba escribir, y eso fue a lo que se dedicaron, al final tuvieron el interés de algunas personas. Las suficientes para que pudiesen aparecer en Google.

Es por ello que llegó a la conclusión de; que en verdad me vale muy poco.- O nada.- Sí a mi familia le gusta lo que escribo o no, tendré personas que sí. Sin embargo, sería lindo que quedasen encantados con esto que escribí hoy.

Porque lo hice por y para ellos, mi familia.

A quienes amo, por sobre toda adversidad.

Advertencia: No leer está sección o tendrás problemas mentales iguales o peores que los míos.