Tengo miedo

34 9 2
                                    

Haré como si sólo tú fueras a leer esto. Me causa un poco de risa el hecho de que no es el primer capítulo que te escribo... Podría decirse que me inspiras a escribir y expresarme por aquí.

Tengo miedo de hacerte más daño, de volverte una basura, una mala persona. Pienso que no mereces a alguien como yo. Porque amas como nadie, te entregas a esa persona en todos los sentidos, sabes respetar, sabes dar tiempo, sabes amar, cuidar y proteger. Pero yo no, soy todo menos lo suficiente para ti.

Sin embargo, quiero saber de ti siempre, quiero verte sonreír, quiero verte feliz, quiero ver que triunfes, quiero también acompañarte. Sí. Cómo amiga, compañera, conocida ¿O por qué no? Cómo algo más, cómo sea pero quiero hacerlo... El título que lleve en su momento será decidido por mi fiel amigo el destino y su compañero el tiempo.

El tiempo sana las heridas, y créeme que estoy muy herida. No por ti, nunca hiciste nada malo. Pero yo sí, me permití que muchas cosas me afectaran, me perdí y esperé que me encontraras, pero no lo hiciste ¡Pero tranquilo! No fue tu culpa. Fue culpa al perderme, fui mi culpa al lastimarme a mí misma, fui mi culpa no saber quererte, fue mi culpa ser débil.

Me diste mucho, y yo intenté retribuirlo. Un tercero llegó temprano a quitarme la seguridad, a bajar mi autoestima, y a lograr hacer que me odiara. Y eso hice, durante once meses me odié, como a nadie, me sentía de todo menos linda.

Quería y tenía mil planes en mente, los cuales se mantuvieron allí, por temor, por miedo a ser quién soy. Quería respirar, y contigo sentía una bolsa en mi cara, pero repito.- Y quiero dejarlo bien en claro.- No fue por ti. Ya deberías saber de quién hablo. Y nunca esperé que me prefirieras a mí por encima de esa persona, pues esa persona llego mucho antes que yo y en orden de prioridades debe estar antes. Sin embargo, siempre esperé que me hicieras sentir segura. Pues sí, no me bastó con amor, quería seguridad.

En Enero, cuándo todo acabó, sentí que me quitaba un peso de encima. Y debo admitir que no ha sido fácil, ni superar el hecho, ni recuperar todo lo perdido. Pero puedo decir que he avanzado un poco.

Mis teorías las puse en práctica, sabía que debía sacrificar algo, para recuperar lo otro.

Tengo miedo de querer volver a lo mismo, perder lo que me costó recuperar, lo que hoy día, cuido como a nada: Mi seguridad.

Quisiera poder ver el futuro y comprobar si a tu lado estoy mejor, si no vuelvo a perderme en el camino. Pero no es así. Ambos estamos a la expectativa y es aquí dónde "El tiempo de Dios es perfecto".

Sí eres para mí, volveremos a ser, hoy, mañana o dentro de mil años. Mientras no pase, sé feliz, pues estoy al pendiente de ti, sonríe... Por favor, tus ojos achinados dan plus al mundo.

¿A esto se le llama vida? Qué asco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora