Primera vez

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Es la primera vez que escribiré para ti, es la primera vez que sacaré todo, o casi todo, respecto a ti.

Pero no es la primera vez que me siento ahogada por ti, que me siento decepcionada o herida; gracias a ti.

Nunca había optado por reprocharte nada, porque a pesar de todo lo malo pienso que mereces todas las malditas estrellas de la galaxia. Pero me pierdes, y me duele mucho que no hagas nada por detenerme. He esperado de ti infinidades de cosas que nunca llegan. Desde hace un año ansié que lucharas por tenerme de vuelta, a tu lado, al lado de los que amo sin frenos ni ataduras... Pero te volviste conformista, te importaba muy poco si me veías los siete días a la semana, dos, o ninguno. Te importa muy poco que las-Pocas.- veces que hablamos por teléfono terminemos discutiendo, gritándonos y diciendo palabras hirientes para la otra. Tu interés en mí es tan pequeño que no se distingue el lazo consanguíneo que nos une.

Me frustra tanto que las promesas se dispersen en el tiempo, pasado. Me frustra que no me escuches cuándo quiero contarte algo, y me duele que ya no tiene sentido presumirte como una fiel confidente. Me duele que interrumpas mi monólogo sobre mi día a día, sin ti; sólo por un tercero, por una llamada o por cualquier otra cosa insignificante. Me duele sentirte lejos, a pesar de estar cerca. Me molesta que no me apoyes, que no te guste lo que hago sólo porque no estás incluida, inconscientemente. 

A este y el pasado mes siempre les tendré un recelo total. Definiría los últimos meses del año, como los últimos dos meses en el que la agonía empieza. En Noviembre debo sacar tiempo de donde no tengo para estar en dos lugares al mismo tiempo, en Noviembre debo retener las lágrimas cuándo no puedo seguir más, cuándo me canso de los diez meses pasados, cuándo ya extraño el ritmo de hacía tiempo, cuándo siento que me ahogo en lo más profundo de mis preocupaciones, las tuyas y las del resto... Porque sí, cuándo me dices que estás preocupada por algo, que falta algo o que sientes tal cosa; me preocupo y me martillo la cabeza al pensar en una solución.

Las demás personas me decepcionaban y me dolía, pero lo dejaba pasar con el tiempo. Que lo hagas tú, me frustra. Siento decir que cuándo crezca no espero ser igual que tú, siento decir que no me emociona nada ver a otras personas felices, si yo no soy feliz contigo. Te amo, y te extraño tanto.

No te cambiaré por nadie, pero eso no quiere decir que no me abriré, que no conoceré más allá de las opiniones. Me tomé el atrevimiento de conocer a carne viva las experiencias que evitabas para mí, pero quería aprender en el terreno. Y te equivocas, conmigo. No puedes tener un reemplazo, y no quiero que lo tengas. Cometí el error de darle el título que llevas a una persona pasajera, pero enmendé mis errores. Eres mi musa, eres por quién daría mi vida entera... Siempre y cuándo reciba amor a cambio.

Una sonrisa, una caricia, unas palabras vacías que para mí serán mi todo. Porque viene de ti. Quiero que volvamos a ser como antes, donde ambas reíamos, discutíamos por cosas absurdas... Donde me querías, dónde no formaba parte de tu pasado. Que tus allegados sepan que existo y que te hago feliz. Que corrijas mis errores, que castigues mis malas acciones, que guíes mi camino. Que me acompañes con libre albedrío por lo que nos queda de vida. Que veles mis noches, y alegres mis mañanas.

Que abra los ojos con la sensación de verte, y no llamarte. Que antes de dormir me des las buenas noches, o simplemente me mandes a dormir. Que seamos quiénes éramos, la primera vez que nos vimos... En aquel quirófano; yo, tu hija; tú, mi mamá.

¿A esto se le llama vida? Qué asco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora