Podré protegerte

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La tendencia del hilo rojo me parece una moda que de un momento a otro pasará a la historia, y con ella, las absurdas promesas hechas por las personas.

De lo que sí soy fiel creyente, es que siempre, por una o mil razones el destino te coloca a personas que, sin valer el parentesco, sientes el deber de protegerla. La necesidad de ver a esa persona feliz, te trae una tranquilidad y una paz tan sublime que sientes que jamás te cansarías de hacer algo por ver a esa persona sonreír.

Conocí a esa persona de la manera poco convencional posible, sabía de su existencia, sabía quién era... Sin embargo, no habíamos intercambiado palabras; de repente, queríamos intercambiar algo más que palabras, queríamos tenerlo todo siendo nada. Mimos, besos, abrazos, sentimientos, apoyo y entendimiento. Sed de amor, dicho de una forma algo dura.

El hecho de que me mirara fijamente, que me abrazara, tomara mi mano o simplemente me dijera "Hola, que hermosa estás hoy" Hacía recordarme día a día porque y para que existe el amor, sí tiene un fin y no es dejarnos heridos.

Como todo en la vida es un ciclo, ese "Ciclo" Terminó, en buenos términos y con ambas partes satisfechas por lo ocurrido a lo largo de once meses y veintiocho días de relación. Pero terminó, y sí se volviese a repetir ya nada sería igual, nada.

Y aclaro, que con esto que estoy escribiendo no quiero decir que me gustaría volver a esa relación, ya que así como tuvo sus pro, tuvo muchos contra.

Ante todos se muestra fuerte, artificial, desenfadado, feliz, relajado y confiado; pero su realidad es distinta, por lo que ha pasado también... Y sin embargo, trata y mantiene a todos con una sonrisa.

Y esa... Dios, esa es la actitud que cautiva al mundo, su esencia. Lo más lindo que puedes dar de ti es una sonrisa, sí todos lo hiciéramos que mundo tan diferente sería este.

Nadie ve a esa persona como yo, o quizás sí, y serían muy pocas de las que hablo. Como un amuleto de la suerte, que no quisieras perderlo; como un frágil cristal, que tratas con cuidado; un recién nacido; casi, casi, la niña de mis ojos.

Haría cualquier cosa por protegerlo, porque esté bien, para que nadie le haga daño pues no lo merece. A pesar que hoy día no hablemos como antes, me deja tranquila saber a diario que estás bien, o al menos eso es lo que percibo al verte de lejos.

Que bonita nuestra amistad, si todo fuera diferente.


¿A esto se le llama vida? Qué asco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora