living in bled

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Lo suficientemente pequeña para alzar mi voz, pero con la edad para no llorar cuándo sus palabras me hieren.

Lo suficientemente madura para superar daños, tan inmadura como patalear por libertades.

Una adolescente hormonal, rebelde y grosera cuando exijo respeto.

Insuficiente por ese 19.

Me asombro con lo que mis amigos ven normal, me emociono porque he cruzado la avenida sin un adulto a mi lado.

He llorado porque no les ha gustado como me vestí, a pesar que pensé toda la noche del día anterior lo que usaría.

He pensado en mis respuestas más de lo que debería, el tono, el contexto y como iban a tomarlo ellos.

Me han dicho que no quisieran que fuera diferente con ellos a como soy con mis amigos.

Pero me han quitado a mis amigos.

De repente la necesidad de tener la aprobación de ellos se volvió tan enfermiza, que deje de ser yo.

Ahora, ¿Quién soy?

O más importante, ¿Qué voy a ser en su ausencia?

Explotan la burbuja donde me han encerrado sin mucho cuidado.

Y tengo miedo a ser consciente de lo que los bebés sienten cuándo salen del cuerpo de su madre.

Vida.

In quarentine, 2020.

¿A esto se le llama vida? Qué asco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora