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Narrador Omnisciente:

Del otro lado del campamento se escuchan voces de dos personas, de repente los pasos de alguien se hacen presentes haciendo que estos se callen. Se escucha la risa de la mujer, su silueta hace que los hombres se percaten de que deben mantenerse en silencio.

Annabeth: Porque tan callados -dicho esto se acerca a uno de ellos, el de la capa y le besa los labios.

El chico rubio de ojos verdes tose y esta se percata de el.

Annabeth: Alex- dijo riendo -que haces aquí?

****: Me esta ayudando -dijo este -pero para ser sincero solo me estorba.

Annabeth: conseguiste la información que te pedí.

*****: Claro -dijo el sonriendo -es tu hija Annabeth, solo que ahora se llama Isis..

Annabeth: Isis -dijo haciendo una mueca -esa mocosa solo me servirá para mis planes, después me desharé de ella.

******: Cuando volviste -dijo el hombre de la capucha, mientras jugaba con un cuchillo.

Annabeth: Después de que hicieras el conjuro creo que como 4 horas después, me siento fuerte, grande y poderosa, estoy preparada para destruir a todos... 

*****: Clarisse es muy hermosa -dijo el hombre de la capucha -es preciosa.

Annabeth se acercó y le colocó un cuchillo en el cuello.

Annabeth: mas que yo -dijo presionando este contra el cuello del hombre -responde.

******: Si -dijo desafiante -pero es una estúpida por no haberme hecho caso.

Annabeth: y luke -dijo tirando el cuchillo -donde está mi luke.

*******: Lo mataré -dijo el -lo mataré y estoy seguro que percy querrá a Clarisse con ella, dejaré que sean felices por un tiempo y después lo mataré a el también.

El hombre agarró a Annabeth, sus manos se colocaron sobre los cabellos de esta.

Annabeth: quiero matarlo con mis propias manos, quiero verle sufrir y derramar lágrimas de sangre, quiero verle suplicar piedad, arrodillado pidiendo perdón, diciendo que dejarme fue lo peor que pudo haber hecho y al finar cortarle el maldito cuello y beber su sangre hasta que no quede ni una sola gota.

******: Cuando hablas así me excitas -dijo el hombre con voz ronca.

Miraron a un lado y después al otro, al ver que el chico rubio no estaba, cerraron la puerta y se besaron apasionadamente. Los amantes se habían unido y una fuerza del mal había de crearse, fuerza difícil de vencer.



La hija de PercyWhere stories live. Discover now