La hija de Percy

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Narra Lucas:

A pesar de haber cambiado su aspecto y me refiero que ahora ya no llevaba vestidos de color claro o floreados, los había sustituido por un vestido negro y unas botas, ella nunca se maquillaba pero ahora tenía una fuerte cantidad de pintura en el rostro que la hacía ver más grande de edad, su cabello no cambio salvo por el color, llevaba anillos en todos sus dedos y una pulsera negra con un diamante en el medio en el brazo izquierdo. Además de que noté que llevaba unos cuantos dibujos o mas bien tatuajes en el brazo y en los nudillos.

Lucas: Annie -dije en un susurro, ella se detuvo y maldije bajo, no pensé que escuchara que la llamaría.

Annie: Alex y yo vinimos a ver a mi abuelo -dijo a percy mirando con indiferencia.

Percy: Hija.. -dijo el tratando de acercarse pero ella se puso detrás del tal Alex. Mis puños se cerraron inconscientemente.

Annie: Con permiso -dijo seria.

Iba a seguirlos pero Cipris me lo impidió.

Cipris: Piensas seguir a la culpable de la muerte de tu padre...

Lucas: cállate -dije gritando -cállate.

Cipris: es la verdad lucas, que no estás viendo que ya no es la misma... ella cambió tu cambiaste...yo cambié -dijo tomando mi rostro entre sus manos. -Lucas, déjame entrar en tu vida y sacar a esa tonta que no te merece.

Lucas: Mira cipris... ya te dije hasta el cansancio que no... no es justo ni para ti ni para mi, a pesar de todo ella es quien ocupa todo mi corazón y no hay espacio para uno mas..

Cipris: ella rehízo su vida... porque tu no...

Lucas: Y que tiene que ver? yo no soy como ella, si ella decidió apurarse a escoger a alguien es problema suyo, no porque ella lo haga yo también.

Dicho esto me alejé de ahí y caminé por los largos pasillos recordando las risas y las lágrimas de Annie... le vi desde lejos, Alex besó su frente y ella sonrió, vi que el se alejara y me acerqué a toda prisa, antes que cerrara la puerta la empujé y entré de golpe.

Annie: Que crees que estás haciendo -dijo molesta.

Lucas: Annie -dije con la respiración agitada.

Annie: Que -dijo ella sin mirarme, pero pude notar que una lágrima rozaba su mejilla y se formaba una marca, noté que se quejó de dolor pero después rápidamente la marca se quitó.

Lucas: Tenemos que hablar.