Narra Annie:
Durante tres días caminé por distintos lugares, de pronto me tope con un viejo que trabaja para los dioses del Olimpo. El se sorprendió de verme, se veía que tenía miedo, sonreí y me acerqué a el.
Annie: Vaya vaya -dije rodeándolo -que haces aquí?
----: Señorita... yo, yo, vine por mercancía, encargo de su abuelo...
Annie: y porque está nervioso -dije seria y sonriendo con malicia.
----: Se ve distinta -dijo el asustado -eso es todo, lo juro...
Hice una reverencia como solía hacer antes y reí. Había un chico que nos miraba, sonrió y se acercó a escuchar nuestra plática.
Annie: Distinta -dije haciéndome a la ofendida -como puede ser posible eso.. mírame soy igual que antes, juro que no mataría ni una mosca.
------: No se ofenda, pero esta muy cambiada.
Annie: Mira... no colmes mi paciencia viejo... dime si te mandaron a buscarme, si quieres vivir me dirás la verdad -dije el viejo iba a sacar su arma pero el chico que estaba observándonos fue mas rápido y la aventó muy lejos. -Debería darte vergüenza amenazar con un arma a una chica inocente.
----: Señorita yo solo cumplo órdenes de su padre... el señor jackson.
Annie: Ese no es mi padre -dije en un grito que asombró al chico rubio.
++++: ¿Quieres que lo mate? -dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
Annie: Déjalo vivir -dije seria -dile a mi "querido padre" todo lo que has visto y escuchado, espero que le cuentes cada detalle y decirle que ya no soy igual que antes, que por su culpa llevo odio dentro de mi y que no descansaré hasta encontrar a mis padre, a Annabeth Chase, me escuchaste -el hombre asintió -no te escuché inútil.
----: Si señorita...
El hombre salió corriendo, me giré y vi al chico rubio de ojos verdes, me sonrió y estiró su mano.
Alex: Mi nombre es Alex Steward -dijo y yo tomé su mano.
Annie: Annie, Annie Chase.
Alex: así que... buscas a tus padres -yo asentí -soy amigos de ellos.
Annie: Como?
Alex: Annabeth Chase, tu madre, yo la conozco-dijo el serio.
Annie: ella está muerta, yo quiero saber de mi padre -dije frunciendo el ceño.
Alex: te mintieron, ella está viva. -dijo serio -yo se donde está, ven conmigo.
Me quedé pensando unos segundos y después asentí, Alex tomó mi mochila y me hizo trepar sobre los techos de los edificios, sería mas fácil cruzar por ahí para que nadie me siguiera. Alex era atractivo, pero tenía algo que me hacía desconfiar. Llegamos a un reino muy lejano del Olimpo, el cielo estaba obscuro, se abrieron las rejas de una enorme mansión. Los portones de la casa se abrieron y se escucharon pasos de tacones.
****: Alex -dijo la voz de una mujer - trajiste a alguien?
Alex: Annabeth... traje a tu hija -dijo el.
Si antes sentía rencor por percy, ahora tengo odio, el sabía que mi madre estaba viva y no me lo dijo, eso nunca, nunca se lo perdonaré.
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La hija de Percy
RomanceCuando un semidiós es creado, también lo es su compañera...