Ángel I. ◈ 𝕡𝕛𝕞

17.

--Siempre tan bueno con las palabras.

--Jung, no quiero perderte.

--Aunque no lo quieras, alguien más me cuidara cuando te vayas, ¿No es así?

--Alguien más te cuidara pero...No te dejaré ir así de fácil, ¿Estás consciente de eso?

--Tonto ángel.

Al decir esa palabra aquel ruido vino a mi mente nuevamente.
--Jimin en la casa...

--Hablemos de eso más tarde.-- Elly y Taehyung ya volvían.
Asentí con seguridad.

--¡Hey! Taehyung y yo hablábamos hace un rato, iremos mañana a un picnic y pensamos que sería buena idea que nos acompañarán.

--Suena divertido.

--¡Definitivamente iremos!

--Jung...¿Intercambiamos número?-- feliz saco su móvil.

Jimin y yo caminábamos solos para ir a casa, él tenía sus manos metidas en sus bolsillos mientras tarareaba una canción.
--Y ¿Qué te pareció Elly?

--Es muy linda, bastante energética y divertida.--suspire-- Taehyung parece agradarte.

--¡Es genial! Tenemos los mismos gustos y también es divertido, caí ante él.

--Me da gusto que hagas amigos.

--Eso debería decirlo yo, no te comportes como matona, ¿Sí?

--Lo pensaré.

Cerré con seguro la puerta principal, él estaba sentado esperando por mi.
--¿Qué fue lo que sucedió en la casa? ¿Por qué actuabas tan raro?

--Primero dime qué fue lo que viste.

Soplé la taza de café mientras miraba a la nada.--Cuando me detuve a abrochar los cordones de mis zapatos, escuché...algo que me alarmó.

Daba una mueca de que continuará.-- Fue un sonido parecido al que hicieron tus alas aquella vez...Y una silueta parecida a la tuya.

--Entonces mis sospechas son correctas.

--¿Sospechas? ¿Te refieres a lo que mencionaste? ¿Sobre lo que no debía estar ahí?

Asintió-- Sentí la presencia de alguien más, sea lo que sea no es humano...Con lo que me haz dicho ahora estaré más preocupado.

--No entiendo...

--No puedo decirte mucho.

--También mientras estaba desmayada es casi imposible pero fue como un sueño donde tú...

--¿Dónde yo?

--Me aventabas del barquillo de la rueda de la fortuna.-- recordarlo me hizo estremecer-- Y decías que...Era ridículo confiar tanto en ti.

-- Como esperaba.--bufó--Debes asegurarme algo.-- acarició mi mentón-- Si vuelves a sentirte mal, si ves esa silueta en cualquier lugar dímelo. Esa cosa quiere hacerte daño y no voy a permitirlo. Quiere sembrar duda en ti, no le des el gusto. Nunca te haría daño, Jung.

Tímida sonreí.--Mañana el picnic es a las 2 así que ¡No me despiertes temprano!

--¿Te soy honesto del porqué te despierto temprano?

--¿Por qué al que madruga dios lo ayuda?--bromee.

--Porque así puedo ver tu rostro y estar contigo durante más tiempo.-- sonrió.

--Tonto.

Día 19.

Podía ver, pero no moverme
Cuando desperté era temprano serian como las ¿10? Jimin estaría donde siempre, en la entrada de mi habitación dormido.
Trate de respirar hondo para alejar esa sensación de mi, era inútil. Algo estaba detrás.

Mi corazón empezó a latir más rápido. Estaba acelerada, una respiración atrás de mí, apreté mis labios y quería hablar pero no podía, quería gritarle a Jimin, algo no me dejaba.

Tenía curiosidad de ver qué era lo que estaba tras de mí, pero estaba demasiado asustada para hacerlo, sentí como lagrimas empezaban a bajar por mis mejillas.

La sensación de que alguien estaba tras de mí no se iba. Apreté los ojos fuerte para despertar si era un sueño, pero no lo era, estaba despierta.
Más no podía moverme.

Sentí como mis labios se empezaban a liberar de aquella pesadez, aunque no del todo, aquella respiración agitada tras de mí, me lastimaba.

Intentaba pronunciar su nombre.

Mire mi mano, una sombra negra iba a tomarla y yo solo podía quedarme ahí mirando lo que hacía, se detuvo un momento y claramente escuché una risa burlona, ¿Se estaba riendo de mi? Aquella mano oscura se acercaba a mi pecho, con ella un frío horrible junto a mi con pesadez en los ojos.
¿Qué está intentando...?

Mi muñeca fue tomada con brusquedad y termine en los brazos de Jimin, aún sin poder decir una palabra.

Él me abrazaba sin decir nada.
Recosté mi cabeza en su pecho, mi corazón comenzó a calmarse y aquella sensación de miedo se empezó a desvanecer.

——Aquí estoy, Jung, aquí estoy.

——¿Qué fue...?

——¿Estás herida? ¿Estás bien?

——Jimin, ¿Qué está pasando?

——Necesito hablar con mis compañeros, esto no es normal no entiendo porqué...

——¿Por qué...?

——¿Por qué quiere herirte?

——¿Qué?

——Está bien, yo no dejaré que nada te pase. Pero necesito saber a qué me enfrentó.

——Esa cosa me provoca mucho miedo, más de lo que cualquier cosa podría causarmelo.

——Espero que no vuelva.

Recosté mi cabeza en su pecho, tratando de calmarme, una experiencia demasiado horrenda.
Jimin me estrecho aún más en sus brazos. Es normal que me sienta tan protegida cuando estoy con él, sin embargo aún me asombra lo dócil que soy cuando se trata de Jimin.

Apenada jale un poco su playera ——Tengo que ir al baño...

——Oh, lo siento, ya iba soltarte solo que..——sonrojado se alejo un poco.
Me puse de pie para irme, Jimin volvió a tomar mi brazo para agacharme y dar un beso en mi frente.
—Ya puedes irte.

Entre al baño con las mejillas hirviendo, pensando en cómo se hubiese sentido ese beso en mis labios.