Capitulo 27: There is a light that never goes out

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-¿Y toda la decoración la hiciste sola? Esto es esclavismo- dijo Michael mientras miraba las cajas y luego el comedor, con los ojos abiertos.

-Díselo a tu amigo- dije encogiéndome de hombros y prendiendo la radio, tome una caja y se la entregué con una sonrisa- A trabajar, pequeño.

-Hey, ese era mi apodo- dijo con una risa mientras me despeinaba con la mano libre. Rodé los ojos y me dispuse a trabajar.

Aunque era agotador, me gustaba la mañana pre-fiesta. La musica vieja, las cosas desperdigadas, mi inseparable amiga la escoba y yo, pero sorprendentemente no me molestaba tener a Michael conmigo, tarareaba bajito mientras colgaba guirnaldas en el patio, sonreí ante esa imagen. Me parece que los populares muestran otra faceta conmigo, o algo así. Primero Luke, con su “faceta tierna” y ahora Clifford con su “faceta normal”.

-¡Pedazo de canción!- gritó Michael desde el fondo y subí un poco el volumen. Es verdad, esta canción era emblemática.

-The Smiths, ¿eh?- dije mientras él se acercaba y subía un poco más. Empecé a bailar sintiéndome en los ´80 mientras Michael se unía a mí y decorábamos el salón juntos.

Estaba decorando el salón de la casa de LUKE HEMMINGS, la estrella del colegio, con MICHAEL CLIFFORD, el Casanova más grande del St. Edward, mientras cantábamos a coro una canción de The Smiths.

-There is a light that never goes out- canté cuando la canción termino y suspire. La radio siguió con The Strokes y mientras movía la cabeza seguía ordenando.

-¿Te gusta The Smiths?- pregunto Michael mientras acomodaba los vasos

- A mi papa le gusta, entonces se sus canciones de escucharlas en mi infancia, son un buen relajante- dije mirándolo de reojo, si, todavía sigo sin caer que tengo una conversación normal con alguien que hace 6 días no podía ni verlo.

Seguimos escuchando canciones en silencio, mientras terminábamos y yo tenía ganas de abrazar a Michael, en 2 horas habíamos logrado lo que yo en toda una mañana. Me tire en el sillón, agotada, pero bastante feliz. Solo habíamos cruzado 10  palabras, y no había tenido ganas de golpearlo.

Anoten, este momento es histórico.

-Bueno, pequeña, como mi trabajo ha terminado me retiro a descansar y prepararme, nos vemos a la noche- dijo mientras se pasaba una mano por el pelo y me daba un beso en la cabeza.

- Nos vemos- dije cerrando los ojos, estaba cansada y no lo iba a acompañar, tuvo suerte de que no lo golpee por besarme la cabeza.

Mientras lo observaba abrir la puerta y salir mis ojos se fueron cerrando y el mundo fue perdiendo nitidez. Vaya, estoy poética hoy.

Lo siguiente que sentí fue un gran peso encima mio y alguien chillando en mi oído.

-ARRIBA MARILYN, ARRIBA MARILYN, VA A EMPEZAR LA FIESTA- Gritaba el condenado Hemmings en mí oído- ARRIBA, PRINCESA, ARRIBA.

-Luke, no es tierno si estas gritándome y sobre mi- dije empujándolo al otro lado del sillón, tenía una sonrisa infantil en la cara y se veía adorable, para mi desgracia.

-Perdón, es que te veías tan linda dormida que tenía que arruinar el momento- dijo encogiéndose de hombros y no supe si era un cumplido o que cosa.

-Porque es tu don, amor- dije imitándolo y el se rio y me tomo de los hombros.

-Necesito ayuda con mi disfraz, así que muévete, no tenemos todo el día- dijo mientras me sacudía.

-Está bien, emocionado, solo relájate- dije sacando sus manos de mis hombros y subiendo por las escaleras, con el idiota detrás cantando por lo bajo.

"Manual para olvidar a Luke Hemmings"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora