Capítulo 14. La pera.

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No hay nada que le produzca más felicidad a una madre que ver a su hijo comiendo. Yo creo que la sensación tiene que ser como cuando vas al Retiro y le echas pan a los peces, que prefieres darles a ellos el bocadillo entero, solo por verlos sacar las cabezas y abrir las bocas esas enormes que tienen, o cuando vas al zoo, y prefieres echar todos los cacahuetes a los monos, por ver cómo se los comen. Una madre ve a su hijo zamparse un filete atropelladamente, metiéndose tarugos del tamaño de un puño, y esa noche duerme en la gloria. Si el hijo es delgado, claro, porque si es gordo, no.

Ese es el problema. Como estés un poco gordo, es que no puedes comer delante de nadie, porque al momento empiezan todos: "luego no quieres engordar", "¿ya has dejado la dieta?". Oye, que te miran con una cara, que parece que estás asesinando a alguien, por comerte un helado. Y no solo tienes que esconderte para comer, es que tampoco puedes reconocer que comes, a ninguna hora. 

Los delgados pueden decir que se acaban de zampar tres pizzas familiares, con siete refrescos y dos helados, y la gente se monda de lo gracioso que es. Ahora, como lo diga uno que no esté en línea, ya se les pone a todos una cara de asco increíble. Pues que sepa todo el mundo, que ni el delgado se come tres pizzas, ni el gordo se come una esquinita, para probarla.

Es que, de verdad, esta sociedad tiene faena. Que si quieres que te dejen en paz tienes que decir que estás enfermo, o por lo menos, que tienes ansiedad. Pues no veo yo ansiedad en sentarse cinco horas delante de la tele, rodeado de frutos secos, patatas, maíz frito, chocolate, refrescos y helados, y engullirlo todo, despatarrado vivo, con los pies encima de la mesa, y sin prisa ninguna. Pero claro, es que como no te disculpes, se te echan encima las personas, y eso no es tampoco.

Lo cierto es que estamos acostumbrados a comer sin hambre. Una película con amigos, y sin nada de comer, es un verdadero fracaso. Un partido de fútbol importante no es igual sin comer ni beber. Asociamos la comida con la diversión, y así es que no hay manera de hacer dieta ni nada. Porque nadie se come una pera viendo un Madrid-Barça, nadie. Es humillante ver una película comiéndose una pera. 

Una pera, es capaz de volver amarga hasta la felicidad más completa. Si no, ¿por qué no ponen peras en las bodas? Porque se supone que debe ser el día más feliz de tu vida, y de todos los seres queridos que te acompañan. Por eso no ponen peras. Por eso.

Yo odio las peras. Y el caso es que me gusta el sabor, pero nunca me apetece comerme una. Muy mal tiene que estar la cosa para que salga yo de la cocina comiéndome una pera. Tiene que ser una situación desesperada. A mí me han regalado peras, gente que tiene frutales, y se han llegado a petrificar en la nevera, hasta que las he tirado ya arrugadas como pasas, por no decidirme a coger una.

No sé, a lo mejor es porque son verdes. Las cosas verdes es que no apetecen nunca. Es un color incompatible con la gula. No he visto yo a nadie que diga: "Tengo un antojo de acelgas que no me puedo aguantar". Porque hay que ver lo malas que están. Son horrorosas. La acelga es la hermana fea de todas las verduras. Pues en todas las dietas hay que comerlas. Pues no quiero yo acelgas. Es que ni con jamón. Que dice la gente: "Me he puesto a dieta y es que no paso nada de hambre". Pues ya ves el hambre que vas a pasar, si después de haberte comido esa plasta verde se te quedan hasta los dientes ásperos.

Yo prefiero, de verdad, no comer nada, antes que comerme una lata de atún de ese que viene enlatado en agua. Eso está seco como un palo, yo no sé por qué lo hacen así. ¿Y el queso de Burgos? ¿Nadie se ha dado cuenta de que parece de plástico? Es el único queso que no sabe a queso, el único. Es que ni huele a pies. Lo tienes que camuflar entre otros alimentos para poder pasarlo. Y encima, van y le quitan sal. Tan sabroso que era, pues lo que faltaba.

El caso es que me he dado cuenta de que las cosas que no engordan son un verdadero asco, y no voy a volver a mentir a nadie diciendo que me gusta nada de eso. Así que lo que voy a hacer es ponerme una meta más sencilla. Adelgazaré como dicen las modelos que lo hacen, comiendo de todo, pero media ración. Pero que digo yo que habrá que ver las medias raciones de "esas". En fin, ya veremos...



¡Cómete el bikini!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora