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Lectoras y lectoras (si hay lector pues bienvenido sea), lo que muchos estaban esperando.

Marco empujó la puerta con su pie, sin dejar de lado la boca de ___ y dejándola sobre la cama. Se puso sobre ella, quitándose rápidamente la sudadera y la playera antes de volver a besarla. ___ puso sus manos alrededor del cuello de su novio, atraiéndolo más hacia su cuerpo. Marco le quitó la blusa en cuestión de segundos, antes de bajar sus labios hasta el cuello de ella y comenzar a besar éste, dejando pequeños chupetones mientras bajaba. Sus labios se encontraron con la colina de los pechos de ella, también besó esa parte y provocó un ligero gemido por parte de ella. ___ dio una vuelta y ahora ella se sentó sobre Marco, todavía besándolo. Separó sus labios y se mordió el labio, bajando uno de los tirantes de su sujetador, las mejillas de Marco estaban rojas y no sólo era por la vergüenza. Ella bajó el otro tirante y luego desabrochó el sujetador. 

El moreno levantó los ojos de los pechos de su novia para encontrarse con los ojos de ella, que se mordía el labio. Marco sonrió, sentándose en la cama y tomándola de las mejillas.

- No te avergüences, eres perfecta. -dijo, antes de juntar sus labios. ___ sonrió en el beso, antes de pasar sus brazos por el cuello de Marco, él suspiró al sentir los pechos de ella rozar con el suyo. Subió su mano, acariciando uno de éstos y sintiendo a la chica dar un ligero suspiro contra sus labios. El Díaz se sonrojó, el estar haciendo eso con ella era realmente placentero y ambos lo sabían.

Marco bajó una de sus manos a los shorts de ___ y metió su mano dentro de éste y su ropa interior. La chica se estremeció al sentir los dedos de él tan cerca de su zona. El Díaz introdujo uno de sus dedos provocando que ella diera un respingo, sonrió al sentir las estrechas paredes de su novia, así que introdujo otro dedo. ___ soltó un quejido contra los labios de Marco, pegando sus pechos y mordiendo ligeramente el hombro de él. 

- N-no... ¡ngh! -clavó sus uñas en la espalda del chico cuándo sintió que introducía el tercer dedo.

- ¿Crees que esto está mal? -preguntó el chico contra la oreja de ella. - Digo, tenemos catorce y...

- A estas alturas pararás, ¿es enserio? -el chico sonrió ante el comentario de su novia, atrapando el labio inferior de ella entre sus dientes y empujando sus bocas en un desesperado beso. Los shorts de ___ volaron a algún lugar junto con su ropa interior. Marco paró unos segundos de besarla para observar el cuerpo desnudo de ella. Con un sonrojo en sus mejillas, se despojó de sus pantalones.

- Quiero que tú lo quites. -habló el moreno, señalando su bóxer. ___ sonrió. 

-  Claro. -se levantó de un salto de la cama. - No estés nervioso.

- No puedo hacer lo que tú, no tengo experiencia en esto. -dijo Marco, rodando los ojos. Ella dejó un pequeño beso en sus labios.

- ¿Y crees que yo si? -cuestionó, jugueteando con el elástico del bóxer de su novio. - No la tengo, Díaz. -continuó, ahora bajando el bóxer. El chico apretó los labios con un sonrojo. - Pero aún así quiero hacerlo contigo. 

- Yo también quiero. -confesó él. - Pero que tal si... 

- Entonces hazlo, no tenemos nada de ropa. -ella dio una vuelta sobre sí misma. - Sólo falta la acción. -empujó al chico contra su cuerpo y cayó de espaldas a la cama. Volvieron a besarse, Marco sonreía y mordisqueaba el labio de ella, acariciando uno de sus pechos. 

- ¿Estás lista? -cuestionó el moreno, colocándose entre las piernas de ella, quién asintió con la cabeza. - Espera un segundo. -se estiró para abrir su mesita de noche y sacó un condón.

- ¿Por qué tenías eso ahí? -habló ___, pasando sus manos por el cabello de su novio.

- Nunca sabes lo que va a pasar. -se encogió de hombros el moreno, luego de haberse colocado el preservativo. - Tú... avísame si duele, ¿sí? -ella asintió con la cabeza.

Marco pegó sus labios, sintiendo no sólo su corazón palpitar. Introdujo sólo la punta y un quejido se escuchó por parte de la chica. Ella apretó los labios asintiendo con la cabeza. El moreno se adentró lentamente, tratando de no lastimarla. ___ sintió cómo algo se rompía dentro de ella y el dolor comenzó a cesar. 

- Puedes moverte. -le dijo a Marco, él chico asintió, inclinándose y besándola. Comenzó a moverse despacio, dando estocadas tranquilas y provocando ligeros gemidos por parte de ___. Con el pasar de los segundos comenzó estocadas más rápidas y ___ se aferraba a la sábanas de la cama del moreno, mordiendo su labio hasta dejarlo rojo. E

Él acabó rápido, lo normal en las primeras veces. Se sonrojó hasta las orejas cuándo se deshizo del plástico.

- Lo siento. -se disculpó Marco, ella rió, acercándose a él.

- Eso fue genial, lo prometo. -acarició el cabello del moreno. - Pero debemos lavar éstas sábanas antes de que tus padres vengan. -señaló la cama del chico, había una pequeña mancha roja y él asintió.

Luego de que ambos tomaran una ducha rápida, sí, lo hicieron juntos. Lavaron las sábanas. 

- Ngh... Marco, ngh. -___ se sonrojó hasta las orejas al escuchar las burlas de Star. - Deberías aprender a ser menos ruidosa.

- Tú dices una palabra y sabes a dónde irás. -le acusó Marco. - Reformatorio Santa Olga para prince....

- ¡NOOOOOOO! -gritó Star, corriendo fuera de la cocina.

___ seguía sonrojada y eso le causó gracia a Marco, se acercó a su novia y la besó suavemente, acariciando sus mejillas.



Díaz. [Marco & tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora