Díaz. [Marco & tú]

•Prólogo•

- Hola Marco. –saludó ___ con una sonrisa, besando la mejilla del moreno.

- Hola ___. –gritó Star, sobre aquella nube rosa, bajó de un salto y le agradeció. - ¿Hoy vendrás a casa? Marco hará nachos. –habló la rubia, abrazando a ___ por los hombros.

- ¿Eso es cierto, Díaz? –cuestionó la castaña. Marco asintió con una sonrisa. – Entonces iré. –asintió con la cabeza.

- Además, los señores Díaz te aman. –habló Star, acariciando el cabello de ___. – Y Marco también.

- ¿¡QUÉ?! ¡Star! –Marco parecía querer camuflarse en su sudaera.

- Lo entiendo, soy difícil de resistir, Díaz. –dijo ella, él se sonrojó aún más cuándo la chica le sonrió pícaramente.

- Star, estoy enojado contigo. –dijo Marco, Star le sonrió culposamente.

- ¡Oh, miren, es Oskar! –la rubia corrió hacia su novio y le plantó un ligero beso en los labios.

- Star se ve feliz. –habló ___, Marco asintió. La castaña se volteó hacia él. - ¿Y tú, has tenido suerte con Jackie? –lo codeó ligeramente.

- N-no me gusta Jackie. –el moreno negó con la cabeza.

- ¿Ah, no? Pero si siempre hablas de ella y hasta tienes una caja llena de sus fotos. –habló ___, Marco la miró raro. – Me lo ha dicho Star. –alzó las manos.

- Pues no. –el moreno negó con la cabeza. – Me gusta otra persona, pero... no sé si ella siente lo mismo que yo. –jugueteó con sus manos.

- Oh, ¡sólo díselo! –habló ___, dándole una palmada a Marco en el hombro. – Hay más peces en el agua si ella te rechaza, Díaz.

- Pero ella es de esos peces únicos. –Marco parecía estar embobado con aquella chica, sus ojos brillaban cada vez que hablaba de ella, de ___.

- ¿Quién es? –cuestionó la castaña, siendo carcomida por la curiosidad.

Tú.

- Es un secreto. –Marco se llevó un dedo a los labios.

- ¡Vamos Díaz, soy tu mejor amiga! –gritó ___. - ¿Qué quieres a cambio?

- No voy a decirte. –a él parecía divertirle esa actitud en la castaña. - ___, no voy a decirte sólo porque ahora estés atando mis agujetas.

- Seré tu chica seguridad. –Marco rió, negando con la cabeza. – Cierto, nadie te supera en eso.

- ¡Oye! –chilló el moreno. ___ rió, encogiéndose de hombros. – Había pensado decírtelo, pero lo arruinaste. –le mostró la lengua. ___ suspiró y volvió a chillar, Marco sólo reía.

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