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Marco acomodó a Matt sobre la cama. El bebé soltó unas risitas y luego comenzó a mirar sus pies con curiosidad.

Qué fácil era entretener a los bebés.

Anna estaba junto a él, chupando su dedo pulgar y usando la otra mano para darle palmaditas al peluche que estaba junto a su costado.

___ rió y se acercó a Marco, abrazando por la cintura al moreno.

- Qué lindos son. –dijo ella, apoyando su cabeza en el pecho de él y sintiendo el beso del chico en su cabeza.

- Igual que nosotros. –respondió Marco, acariciando el hombro y de ___ y sonriendo. Ella levantó la cabeza para juntar sus labios, poniendo sus brazos alrededor del cuello de él, Marco pasó sus brazos por la cintura de ella, acercándola más a su cuerpo y disfrutando de tenerla así de cerca, de poder sentir su piel contra la de ella.

- Bien. –habló ___ al separarse, dándole una palmadita en el pecho a Marco. – Debemos irnos. –tomó a Anna en brazos, ella comenzó a mover sus bracitos algo emocionada.

- ¿En serio debemos ir? –preguntó el moreno algo exasperado, acomodando a Matt en sus brazos. Él de inmediato se acurrucó y cerró sus ojitos dispuesto a dormir.

- Sabes que mamá se enfadará conmigo si falto a su cena familiar. –rodó los ojos. – A mí tampoco me hace mucha gracia, no te preocupes. –acomodó a la bebé en un brazo y acarició la mejilla del moreno con el que tenía libre.

Marco hizo una cara de sufrimiento al aparcar frente a la ex casa de ___, dónde sus padres se hospedaban. La chica soltó una carcajada, provocando que los dos bebés también lo hicieran.

___ colgó el bolso enorme con todo lo necesario para los bebés en su hombro y afirmó su mano al porta-bebés dónde estaba Matt. Marco tomó a Anna y el porta-bebés de ella.

Al entrar en la casa, pudo ver a las demás niñas que habían ido a su casa. Kara trataba de alejarse lo más posible del bebé que la había vomitado. Anna.

La castaña rió al recordar eso, acomodando sus cosas en su antigua habitación y bajando las escaleras de nuevo. Los bebés fueron de brazos en brazos, pero luego volvieron con sus padres al haber comenzado a llorar.

- Qué lindos están. –dijo el padre de ___, acariciando la pequeña mejilla de Matt y haciendo al bebé sonreír.

Porque sí, Matt no era tan dormilón y cascarrabias ahora que había cumplido su cuarto mes.

- Lo sé. –respondió ___ con una sonrisa, mirando de reojo a Marco y las muecas que hacía para hacer reír a Anna.

El resto de la noche pasó normal, ninguno de los dos probó un bocado de la cena porque la madre de ___ no era buena cocinera.

Los bebés se durmieron antes de la medianoche. Y Kara había vuelto a ser vomitada, esta vez por Matt.


Díaz. [Marco & tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora