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- Ugh. –bufó ___, acomodando su cabeza en el hombro de Marco. – Odio la escuela.

- ¿Por qué? –cuestionó el de rojo, pasando un brazo por encima de los hombros de su novia.

- Porque no puedo dormir, debo estudiar y... -suspiró. – Tampoco puedo besarte.

Si bien el moreno se sonrojó, respondió: - ¿Por qué no?

- Los profesores están vigilando en cada rincón de la escuela, cómo si fueran espías. –exageró ella. – Tal vez la profesora Calavera está viéndonos ahora mismo.

- Eso no me impedirá besarte. –canturreó Marco.

- ¿El chico seguridad rompiendo las reglas? –habló ella, el moreno alzó las cejas.

- ¿Me estás retando? –ella cruzó los brazos, asintiendo con la cabeza. – Bien. –Díaz la tomó de la cintura y pegó sus labios a los de ella.

Claramente ___ abrió los ojos cómo platos, pero luego pasó sus brazos por el cuello del chico y correspondió.

- Amigo, necesitan un hotel. –se escuchó la voz de Ferguson y ___ sonrió contra la boca de su novio, antes de que él se separase.

- Chst. –el moreno calló a Ferguson, volviendo a voltear a su novia. Ella le sonreía pícaramente. – Si fue capaz. –se encogió de hombros.

- Bien, allí viene Calavera. –ella señaló un punto detrás de sí, la maestra estaba allí detrás y Marco la miró raro. – Bésame.

- Van a regañarnos. –negó con la cabeza. ___ sonrió con satisfacción. – No vas a hacerlo.

- Oh, sí lo haré. –ella acercó al moreno hasta su cuerpo, y sonrió cuándo escuchó a Calavera regañarlos a lo lejos. Pegó sus bocas en un beso algo desesperado, los ojos de Marco se cruzaron antes de que comenzara a corresponder difícilmente.

- ¡Oigan! –se separaron al escuchar a Calavera, Marco le sonrió de manera culposa mientras ___ trataba de no reírse. – Saben muy bien que las muestras de afecto en la escuela están prohibidas. –regañó. – Tienen una hora de detención.

___ hizo un gesto de victoria y Marco gruñó por lo bajo. Calavera se alejó.

- ¿Por qué te emociona estar castigada? –cuestionó el moreno.

- Porque podré besarte. –canturreó ella, el moreno se sonrojó.

- Eres una pervertida. –dijo él, ella se encogió de hombros, abriendo su casillero.

A ___ le sorprendió el hecho de que su novio le haya dado una palmadita en el trasero, pero no le disgustó aquella acción.

Ella le mostró la lengua, antes de que caminaran hacia su clase, segundos después de que el timbre sonara.

- Mmh. –soltó ___ entre besos, cuándo sintió las manos de Marco deslizarse más debajo de su cintura, en su trasero.

El chico sonrió contra los labios de ella antes de dar un pequeño apretón que logró que ella suspirara en el beso, Marco la acercó más a su cuerpo, sintiendo cómo ella enredaba sus dedos en el cabello de él.

- Te... quiero. –dijo Marco entre besos.

- Jmm, también yo. –respondió ___ de la misma manera. 

Díaz. [Marco & tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora