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___ se levantó a causa de un mal presentimiento. Los había tenido desde que vio a Jackie en la fiesta que le habían organizado a los mellizos. Ella miró a Marco y le besó la mejilla ruidosamente al moreno, haciendo que sonriera pero continuara durmiendo.

Lo primero que vio fueron las cunas de los bebés, Matt dormía tranquilamente con su mameluco blanco. Dirigió su vista a la mecedora de Anna.

Anna no estaba.

Ella comenzó a desesperarse, sacudió a Marco sintiendo su nariz picar a causa de las lágrimas y el miedo.

- ¡Marco! –chilló ella, el moreno se levantó sobresaltado. - ¡Marco, Anna no está!

Marco se levantó de la cama, dirigiéndose a mirar la cuna de la bebé y jalándose el cabello con frustración y desesperación. ___ comenzó a derramar lágrimas, sintiendo sus manos y piernas temblar.

- Shh... -el chico trató de calmarla al abrazarla y comenzar a acariciar el cabello de ella, pero la castaña estaba lo suficientemente alterada. Su hija había desaparecido.

- ¡Marco, no puede ser! ¿qué es lo que pas...? –el ruido del teléfono sonando la sobresaltó, miró éste y descubrió que era una videollamada de un número desconocido.

Miró a Marco, algo dudosa. Ambos asintieron, tal vez tendría algo que ver con su bebé.

Lo primero que se vio en la imagen fue a la bebé. A Anna, por lo que ___ se cubrió la boca y miró el teléfono mientras continuaba derramando lágrimas.

- Hola ___. –ella de inmediato reconoció la voz de esa chica. - ¿A qué no es linda durmiendo? –levantó el teléfono, dejando ver su rostro. Sus mejillas salpicadas por pecas y sus ojos aguamarina. - ¿Cómo se siente que te quiten lo que más quieres, ah? –tomó a la bebé en brazos, acariciando el pequeño bracito de Anna.

- ¡Jackie, por favor! –pidió ___, sintiendo más lágrimas correr por sus mejillas y comenzando a sollozar. – Sabes que Anna es mi hija, ella debe estar conmigo, no contigo.

El moreno simplemente miraba la cámara estupefacto, tratando de comprender algo de lo que estaba sucediendo mientras acariciaba el cabello de ___, en un intento inútil de calmar a la chica.

- Así se siente que te roben lo que quieres, lo que más amas en el mundo. –dijo la albina, podía notarse odio en sus palabras. – Sabías lo que yo sentía por Marco y aún así me lo robaste.

- ¡Yo no te robé nada! –sollozó ___. – Tú sólo querías a Marco cómo juguete, él te dejó, no yo. –sorbió por la nariz.

- Es tu culpa. –la chica miró a la bebé, acariciándole la cabeza cubierta por un lindo gorrito blanco con florecitas celestes. – Porque él me dejó por ti. –sonrió, tomando el teléfono y apuntando a Anna. La bebé había comenzado a llorar al ver que estaba en brazos de alguien que no era su mamá o papá. – Dile adiós a la pequeña Anna.

Sin decir nada más, colgó la videollamada.

___ se dejó caer en la cama, mirando hacia la nada. El moreno trató de hacerla reaccionar pero ella lo apartó.

- ¡Tiene a Anna, Marco! –chilló la chica, mirando a su novio. - ¿Qué clase de mente psicópata tiene si se ha robado a una bebé? –sollozó la chica, cubriéndose la cara y tratando inútilmente de detener las lágrimas.

- Encontraremos la manera de saber dónde están, podremos recuperar a Anna y...

Ni siquiera terminó la oración, sus ojos también se cristalizaron y se abrazó al cuerpo de ___ mientras sollozaba.

Preparen las armas, bebxs. 


Díaz. [Marco & tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora