Capítulo 14: Hermosos ojos negros

7.2K 880 72
                                    

*Alejandra*



Algo que amo son las compras, desde que kyle me dejo salir por primera vez (con 5 hombres cuidando de que no escapara) se volvió una de las actividades más entretenida a hasta el sol de hoy, pero se vuelve más interesante cuando vas específicamente en busca de algo que deseas mucho.

En mi caso a comprar ropita de bebé mejor dicho de una "Nena" tendré una Niña, el grito que pegue en el consultorio fue tan grande que las enfermeras vinieron todas asustadas. Sentí una felicidad inmensa dentro de mí, y no existe nada en el mundo con la que pueda ser comparada. Ni siquiera el saber que hoy llegara la perra de María para los preparativos de la supuesta boda me quitan está felicidad.

Aprovechare para marcharme a la nueva casa, no quiero que esas dos brujas me vean, e intenten algo. Conozco perfecta a Maria, y esa mujer no conoce límites.

Si se preguntan, si me fui detrás de Kyle por mis inmensas ganas de besarle tengo una respuesta muy buena para eso; a pesar de estar enojada con él, su cuerpo era como un imán para mí, aún así de tanto pensarlo me gano el sueño dando paso a un caliente sueño entre ambos.

Eligió algunos conjuntos para recién nacidos y tres tallas más grandes quiero comenzar ya a comprar las cositas de la bebé, Amara no pudo venir ya que el pendejo de Kyle se antojó de que prepararan para la cena Camarones a la no sé qué, y solo ella los sabe preparar. Estoy siendo acompañada por Paul, el cual está en una cafetería conversando con su hijo, un secreto entre ambos. No dije nada, aunque tengo mucha curiosidad por conocer a su familia.

Aún recuerdo la cara de Kyle cuando mencioné lo de la cocaína, es que el hombre se vuelve menso cuando está enojado. El pendejo ni siquiera se percató de lo que dije; la cocaína no se come, pero él por ser el ¡gran Kyle! A veces me sorprende tanta brutalidad junta.

- ¡Disculpa, no te vi! -Ya decía yo que mi día no podía ser tan tranquilo. Mi camisa se volvió un desastre al chocar con alguien y el helado que come aterrice en mi camisa.

Levantó la mirada aún con la boca abierta por mi gruñido y me encuentro con un hombre que sólo tiene su vista fija en el puto celular, y tan descarado pide disculpas.

-Tus disculpas no van a solucionar el problema desastre que me hiciste en la camisa. Eso te pasa por andar pendiente de ese celular y no mirar por donde vas. -replicó, colocando las bolsas de compras en el suelo para luego buscar entre mi bolso un pañuelo e intentar limpiar el helado con cuidado de no terminar de empeorar la mancha, pero es imposible-. ¡Maldición esto es tu culpa! -lo miro, su mirada ya no se haya sumida en el celular, sino en mí.

Tiene los ojos negros más hermosos que he visto, es en lo único que me fijo. Me encuentro ida con esos ojos... Hermosos ojos negros, son una jodida hermosura.

-Oye, no tiene que ser tan mal educada, fue sin querer- ahora lo observo, este chico es un bombón. Sus cabellos castaño, su piel blanca, observo bien su rostro y quedo en bobada, su nariz pequeña junto a esa boca, paso mi vista por su cuerpo, y quedo un más embobada, tiene un cuerpo de modelo.

-Aja. Sólo fíjate por dónde vas para la próxima. Pensándolo bien... cómprame otra camisa, porque ni creas que me voy a ir así.

Su cara de sorpresa, están chistosa que si no estuviera tan enojada reiría.

-Estas bromeando ¿cierto?

- ¿Me ves cara de payaso? -cuestiono irritada, pero la verdad es que por dentro estoy muriéndome de risa, el pobre tiene una cara de cachorro.

Hacia tanto tiempo que no le hacia una broma a alguien que no fuera Kyle y se sienten de maravilla.

-De payaso no, pero si de insoportable. Yo no te compraré otra camisa, eso sale con una lavada y además ya me disculpe. -ahora es él enojado.

La Obsesión De Kyle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora