conciliación

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Ukyo y Yukina habían escuchado todo el relato de Kisa, sintiendo un enorme vacío al saber que... llegaron tarde... no... no fue que llegaron tarde... fue, que ni siquiera llegaron a tiempo.

Si tal vez.... hubieran visto el mensaje.

Si tal vez.... hubieran puesto más atención.

Si tal vez... se hubieran dado más  prisa.

Entonces tal vez... tal vez no hubiera ocurrido nada de eso.

Tal vez... Kisa estaría bien.

Tal vez... estarían  en casa comiendo taiyaki.

Tal vez... Kisa no hubiera sufrido tanto.

Tal vez... los bebés estarían felices.

Pero... nada de eso ocurrió de esa manera, así que ahora se encontraban todos en una habitación de hospital rodeados de médicos, enfermeras, medicinas, y con un enorme vacío en su corazón.

Yukina no sabía que decir, no había nada que pudiera ya hacer... se acercó a Kisa y lo abrazó para confortarlo... poco a poco fue soltando su agarre y colocó su cabeza a la altura del vientre de Kisa

- lo siento pequeños he llegado un poco tarde, pero ahora estarán bien y no dejaré que nada malo les pase.

??: papi... eres muy malo jugando a las escondidas
???: Llevamos mucho tiempo esperándote.

Ante esto Yukina abrió los ojos con evidente sorpresa, Kisa lo vio y se asustó un poco ya que él no se dio cuenta de lo que habían dicho los pequeños.

-Yukina... qué sucede?

-n-no... es sólo que me pareció... no... olvidalo Kisa-san no pasa nada- Yukina estaba tan sorprendido que no sabía si había sido su imaginación que le hacía una mala jugada. "¿será acaso esto a lo que se refiere Kisa-san cuando dice que los bebés le hablan? Sin duda alguna, escuché dos vocecitas diferentes... Estoy seguro"

-Bueno... yo... tengo que arreglar unos asuntos pendientes así que, debo irme un par de horas, sé que estarás bien Shouta, así que estaré tranquilo, volveré más tarde para verte de acuerdo? - era mentira... Ukyo no tenía nada que hacer en esos momentos pero sabía que la pareja tenía que hablar a solas y él sólo sería un intruso en aquella plática, lo único que podía hacer era dar una excusa para poder dejarlos sólos, así sin más se despidió de ambos y abandonó la habitación.

...

El lugar quedó en completo silencio una vez que Ukyo cerró la puerta, Yukina no sabía que decir y Kisa evitaba la mirada del castaño, ninguno dijo nada, el ambiente era incómodo y no sabían como romper el silencio... todas esas palabras que tenía que decir cada uno se atoraban en sus gargantas no queriendo salir, impidiendoles decir nada, no sabían como comenzar..

Kisa quería llorar... pedir perdón, suplicar un perdón si era necesario.. no quería perder a Yukina... no a él... ese chico era lo mejor que le había pasado... tenerlo a  él y a sus bebés era como un sueño y perderlos sería como la muerte en vida

Por el contrario, era Yukina quien se sentía culpable, sentía que no había podido proteger a su familia, era él quién debía protegerlos y sentía que les había fallado a los tres... ese momento en que escuchó la voz de sus pequeños fue... como si por primera vez fuera consciente de esas dos pequeñas existencias,  como una venda que se cae de tus ojos permitiendote ver lo que todo el tiempo estuvo frente a ti...

--Y-Yukina...

-que... qué ocurre Kisa-san?... te duele algo?

"Claro que me duele... me duele tu silencio, me duele haberte fallado... me duele ver esa expresión en tu rostro... me duele el corazón de pensar que tal vez me odies, duele... y duele mucho"

-...Yukina... yo... lo siento... de verdad lo siento... no quise hacerlo... no quise... traté... te juro que traté con todas mis fuerzas de que esto no pasara pero... pero...
Yo... lo siento... lo siento... lo siento... por favor... por favor, se que no lo merezco... pero, por favor... Perdóname.- no había podido más, sentía  a Yukina tan distante e indiferente que no pudo más y diciendo todo esto comenzó a llorar... pues el dolor era tan grande que no podía reprimirse más...

Yukina estaba asombrado por las palabras del azabache, claro que él no tenía la culpa, no debía disculparse, esto sólo le probó una vez más que no sabía nada... estaba tan centrado preocupándose de sí mismo que ignoró por completo los sentimientos del de menor estatura, se acercó a Kisa y lo abrazó fuertemente como si en cualquier momento fuera a irse de su lado para siempre y eso... eso no podía permitirlo porque él le amaba y le amaría siempre, ahora sabía, que debía apoyar a su pareja, que debía estar a su lado, que debía darle de nuevo más amor y cuidados para poder olvidar los malos ratos y que él supiera lo mucho que en realidad el castaño lo amaba.

-No es tu culpa Kisa-san... no te disculpes, yo... yo te amo y  estaré contigo siempre, por favor... quédate  a mi lado, haré lo mejor que pueda para que estemos bien los cuatro, quiero que sepas... que estaré a tu lado siempre para apoyarte en todo... quiero que sepas que te amo y que no te dejaré nunca más sólo. Perdóname Kisa-san por no darme cuenta antes de todo lo que has sufrido hasta ahora, soy yo quien debe pedirte disculpas por no haberte podido proteger... lo siento.

-Yukina... yo también te amo...- el castaño tomó el rostro de Kisa entre sus manos, acercándose lentamente junto sus labios con los de Kisa, fue un beso dulce, lleno de amor y ternura, sintiendo cada uno una calidez que se fue agolpando en su pecho... en su corazón

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Lamento la tardanza, pero tuve problemas con mi Internet en casa

Festejando el cumpleaños de Kisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora