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Eleazar se había quedado dormido mientras observa a Emily cuando  terminó de construir la pirámide. Dejé a Emily distrayéndose con la pirámide para irme al lado de ese calor corporal tan familiar cada noche. Se había quedado dormido.

Extendí la manta sobre su cuerpo para que estuviera cómodo, el tiempo de lluvia era agradable pero al escuchar y observar la lluvia te daban ganas de acurrucarte en un lugar acojinado con una taza de café, mientras observabas las gotas de agua chocar y deslizarse por el cristal. Me senté en la orilla del colchón cuando terminé de cubrir el cuerpo de Nicolás con mi manta, Emily aún seguía distrayéndose con las cartas, me sorprendió que el miedo de Eleazar aún lo atormentaba desde que éramos niños, pero para él perder algo importante y de gran valor era como un trozo de su vida que se iba y no regresaba,esto pasó cuando perdimos a nuestra Tia Elizabeth en un accidente de auto que la acompañaba Eleazar, esa vez se había roto un brazo por el impacto, y no recordaba mucho, después de 1 semana comenzó a reponerse pero tuvimos que darle la noticia sobre la tía Elizabeth, y fue un golpe duro en él y nuestro tío.

Estuvo 2 semanas sin comer provocando que su cuerpo se autoconsumiese y se pusiera más débil,nuestro tío estuvo a su lado en una silla incomoda por 3 días,papá y mamá lo visitaban micho mientras que Ray y yo cuidábamos de Axel en casa.

Recuerdo que un día me llevaron al hospital—creía que no se admitían los de mi edad pero logramos esquivar el guardia—para ver a Eleazar—hace años nuestra relación no era tan mala,teníamos una relación cercana como las de un hermano-hermana—mi madre dijo que pudo ver el color otra ves en su rostro cuando pasé el umbral de la puerta,nos habían dejado solos en su habitación,hablamos poco pero conseguimos un tema el cual hablar.

—Hace 6 años—

Me enteré de que no comes adecuadamente—cerré la puerta,mis padres esperarían en la cafetería. Al ver a Eleazar en ese camilla con un cable o tubo transparente en su brazo me provocó un escalofrío recorrer mi espalda,su cabello le cubría las orejas, con la bata del hospital podía ver sus clavículas marcadas en la piel,tenía bolsas en los ojos, y su brazo izquierdo  estaba enyesado—sabes lo que sucederá si no lo haces.

¿Que?¿Que podría pasarme ahora?¿que el brazo derecho se me rompa igual que el izquierdo?¿Que muera igual que mi madre solo por qué no como?,¡si es así que ya suceda!—Me gritó. Llevó sus ojos celestes hacia mi,estaban rojos del llanto y su cabello los cubría un poco. Apretaba la mandíbula.

—¿Dirás estupideces todo el tiempo?,no necesitas romperte el otro brazo para pasar la "otra línea",si quieres morir continúa con tú desnutrición,no te escondas escapa. Pero te irás siendo un cobarde—bajé los párpados y me acerqué a ese pequeño sillón individual que estaba al lado de la camilla—Un cobarde qué cree que el dolor se irá si se borra.¿aún quieres hacerlo?,no te detendré si esa es tu decisión—me crucé de brazos y lo miré a esos ojos rojos e hinchados—¿Y bien?

Bajó la mirada y con sus dedos diestros toco el yeso,levantó la mirada rápidamente hacia mi.

—¿Por qué has venido?

—Llevas 3 o 5 semanas en esta camilla y ya te hubieran dado de alta si hubieras comido esos días, ¿eres idiota o estupido?.

—¿Que es lo qué ganas si vienes al hospital para visitarme?—arqueó una ceja,se recostó sobre la camilla.

—No gano nada con tal de visitarte,pensé que era buena idea que hablaras conmigo y no un adulto—me senté en la orilla del colchón y me incliné.

SOBREVIVIR EN ESTE MUNDO CRUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora