-Que importa cuando tengo seis balas-Con la mira al frente y el dedo en el gatillo apuntó al ciervo durante unos segundos hasta que levantó la cabeza, las orejas comenzaron a moverse por el sonido del seguro recientemente-pero no son para los seres...
Mientras descansaba cerca de la cama donde se encontraba Sam,no pude evitar pensar ¿como había llegado hasta aquí?,al igual que yo no portábamos armas,solo el mismo uniforme manchado de sangre seca y tierra. Una corriente de aire pasó por la ventanilla abierta poniéndome la piel de gallina al repentino frío pasar por mi piel. Me levanté del sillón individual que se encontraba en la esquina de la habitación apoyándome con el buró con la lámpara que se encontraba junto al sillón,cerré la ventanilla asegurándola y volví a donde mismo,por un segundo pasé mi mirada por toda la habitación,el estante con libros,el armario tenía muchas cajas de zapatos deportivos,ni siquiera encontré un par de lindos zapatos cuando lo miré por primera vez al entrar a la habitación,y un escritorio con múltiples dibujos a gis negro y gris pegados en la pared color azul. Me detuve en seco al notar los dibujos,los cuales no había puesto atención anteriormente,tenían el sombreado perfecto para la imagen que el artista tenía en mente,esta habitación pertenecía a un niño o chico no menos de 19 años de edad,los zapatos deportivos ilustraban su amor al fútbol y basquetbol,los libros en el estante por un gusto a la fantasía, y el dibujo como manera de entretenimiento,también se encontraba una canasta de basquetbol en la puerta y en el escritorio un cubo Rubik sin resolver.
—¿Necesita algo?—preguntó el chico de antes al terminar de tocar la puerta con sus nudillos ligeramente. La casa ha estado en un total silencio desde que el hombre que me ayudó comenzó a vigilar, y el chico a hacer quién sabe que en la habitación de enfrente. Ahora pasaba su mirada a mi compañera esperando mi respuesta.
—No,está bien en este momento—dije mientras miraba arriba de mi hombro a Sam,no mostraba ningún problema,solo tenía el rostro tranquilo mientras dormía. Le había remplazado el pantalón camuflajeado por un pantalón de algodón que le quedaba grande de la cintura, dejé la camiseta negra que tenía, y ahora solo necesitaba descansar después de todo lo que hemos pasado en tan solo unas horas atrás.
La puerta cerró dejándome sola nuevamente,antes de sentarme tomé un pequeño trapo limpio medio remojado y lo pasé por la frente de Sam,quitando el poco sudor que aparecía.
Cuando entré a la habitación la había visto con el rostro sudoroso y con el ceño fruncido,me di cuenta que después de tantos días,como Sam y mis compañeros nos habíamos acostumbrado a dormir entre personas desconocidas pero aún así sentíamos las muchas presencias que nos rodeaban y la seguridad que nos brindan, y ahora no estamos allí.
Cuando me senté nuevamente con ayuda de algún mueble cercano para apoyarme y tratar de no lastimarme más mi pierna dejé que mi ojos se cerrasen sintiendo un leve ardor en ellos al cerrar los párpados,estaba demasiado cansada para seguir vigilando a mi compañera.
***
Todo era de color negro excepto por algunas manchitas de colores,y en solo unos segundos choqué con el color avellana de dos esferas, y en el centro un punto negro relleno de oscuridad.
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