3-"BOLETO"

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La punta del bolígrafo fue presionada en el papel finalizando. Se alejó de la chica de cabellos castaños y con una última mirada sobre todas las personas que se encontraban allí giró sobre sus botas y salió con velocidad de la carpa blanca donde nos encontrábamos. Los dos pedazos de tela blanca que hacían como puerta en la carpa me dejaron ver un poco afuera: Hombres y mujeres corriendo de un lugar a otro junto con los soldados que se encargaban de ayudar a las personas a cargar con sus hijos para subirlos a unos de los grandes camiones y después proseguir con ellos. Los soldados que cargaban con armas grandes se concentraban en proteger a las personas que aún se encontraban en el medio del caos, y cuidar del lugar donde se encontraba una cierta cantidad de gente confundida que deseaban saber el porqué de tales actos sanguinarios. "¿Terroristas?", trataban de convencerse de lo que realmente sucedía era por actos terroristas, pero era mejor dejar que creyeran en eso que en lo que las "personas que amamos se convirtieron en criaturas sanguinarias".

Solo bastó con unos minutos más cuando uno de ellos entró nuevamente a la carpa. En algunas partes de su uniforme había sangre, ¿De personas o las que pretendían serlo?, en sus manos cargaba un arma grande, y en la funda enganchada a su cinturón cargaba una pequeña, su rostro estaba sucio, manchado de tierra. Se acercó al centro y nos miró uno por uno hasta bajar el arma dejándola colgándola con la correa en el hombro.

—¿Ustedes llegaron en ese camión?—preguntó bajando un poco la voz para no interrumpir a los médicos que estaban ocupados tratando con las heridas que no eran muy graves de sus pacientes.

Le respondimos con solo asentir. Mis hermanos lo miraron fijamente esperando él porqué lo preguntaba o solo para explicar algunas cosas de lo que sucedía, pero solo se quedó parado entre nosotros mirándonos uno por uno como si nos evaluara.

—El camión ha sido de mucha utilidad junto con los demás que pudimos tener acceso en la ciudad, hemos transportado a familias, niños que habíamos encontrado en la ciudad al separarse de sus padres y algunas personas mayores que lograron salvarse de todo esto—dijo finalmente atrayendo la atención de Ray, él había elevado el rostro al escucharlo y sus ojos mostraban curiosidad.

—Nos han hecho un favor al traer otro transporte con el que podemos trasladar a los civiles que hemos podido sacar de la ciudad y llevarlos a la base donde...

—¿Base?—le interrumpí y solo pude mirar a mi hermano a lo que este solo asintió—¿Nos iremos con ustedes?—pregunté volviendo al militar.

—¿Prefieres quedarte aquí con esas cosas? La respuesta es más que clara—respondió llevando toda su atención.

La muchacha fue interrumpida cuando estaba por hablar de nuevo.

—¿Qué se supone que harán con tantas personas?—preguntó esta vez el hermano de la niña rubia, el militar volvió el rostro hacia el muchacho que lo observaba fijamente esperando su respuesta.

—El límite de personas no es importante ahora, mientras tengamos armas, y refugio donde podemos mantenerlos a salvo y alimentarlos es suficiente. Todo ha cambiado ahora y necesitamos a los jóvenes para ayudarnos a mantener a raya a las amenazas— su vos sonó segura, sin llegar a temblar por sus palabras.

—No tenemos idea de lo que sucede ahora y nos dice que nos necesita para combatir esas cosas cuando no sabemos nada de nada, ¿Qué se supone que hagamos?

El militar tomó un cuchillo y lo elevó hacia los jóvenes.

—Se les enseñará—contestó con firmeza—Nunca han sostenido un arma mucho menos usar un cuchillo de este tipo—mostró el cuchillo por última vez y lo volvió a guardar—quizá los videojuegos sirvieron del algo quizá no, pero esto es la vida real, lo admito no será fácil al principio pero pueden lograrlo con trabajo duro y seguir las instrucciones de sus entrenadores. No se les obligará hacerlo, es su decisión.

Ray le dió la espalda para colocarse al lado de Axel y solo por unos minutos se escucharon los materiales y utensilios de los médicos chocar con la bandeja metálica para tomar otro distinto y seguir tratando al paciente. Llevé mi mirada por todos los que se encontraban en la carpa, los médicos con los guantes manchados de sangre, las ropas con pequeñas manchas, y sobre todo nosotros, sin ninguna idea de lo que sucedía, sentados en mesas metálicas donde observábamos a un militar sosteniendo una enorme arma.

—Les diré esto—suspiró cansado y se quitó el casco, de él desbordo un poco de tierra de las orillas y lo sostuvo entre sus manos hasta que lo depositó en una de las camillas desocupadas. Volvió al centro de los jóvenes—en cuanto lleguen a la base en uno de esos camiones manténganse juntos, quizá puedan asignarlos al mismo granero.

Fruncí el ceño ante el comentario del militar.

—¿Granero? ¿Nos encerrarán como animales?

—"Granero", así es como llamamos a los edificios que ahora las personas que encontramos como ustedes serán refugiadas ahí. Los jóvenes que acepten recibirán entrenamiento y tendrán acceso al equipo después de algunas semanas. En los primeros meses se acabaran los recursos: comida, agua, medicamentos, armas y municiones, por eso enviáremos varios camiones en busca de provisiones y en esos camiones llevarán a jóvenes entrenados para matar a esas cosas y...

—¿Matar?—interrumpió Ray ,parpadeó varias veces ante la palabra «matar» y se pasó los dedos por los cabellos castaños—e-es una locura.

—No, no lo es—dije en un tono firme, e intenté que mi voz no temblara ahora—si es necesario asesinar a esas cosas, ¿entonces por qué no intentarlo?

Ray frunció el ceño, ¿matar a alguien? incluso para su hermana de 17 años era demasiado, su cerebro comenzó a crear imágenes de Sam disparando un arma, empuñando un cuchillo o lanzarlo a un cuerpo, a ella con un traje camuflado de los militares, con armas en el cinturón, cuchillos de caza escondidos en alguna parte de su atuendo y en la sangre manar fuera de su cuerpo al recibir un disparo o herida.

« ¿Ahora es cuando estas completamente loca para decir eso? »

—No. —emitió un tono firme y autoritario.

Fruncí el ceño ante su tono y me levanté de un salto de la mesa metálica.

—No necesito que me lo prohíbas, yo ya tomé una decisión, mataré a cuantos sea posible para proteger a Axel, ¿no lo harías por mamá y papá?—apunté con la mano extendida a nuestro hermano pequeño— ¿O por nuestro hermano?

—¿¡Eres consciente de lo que estás diciendo!?—le gritó, no le importó en absoluto cuando los médicos y sus pacientes se le quedaran mirando, e incluso los más jóvenes se sobresaltaron por la repentina elevación de voz que se aferraron a sus hermanos buscando seguridad.

—Por supuesto que lo estoy. Quiero estar alejada de todo esto, quiero sentirme segura de nuevo.

Los labios de Ray formaron una fina línea y sus ojos verdes penetraron en mí. Tenía la idea de que mi hermano era un cobarde, un cobarde por no hacer nada que pueda proteger a nuestro hermano de esas cosas, creía que era una oportunidad para mostrar su coraje y fuerza.

—No mancharé mis manos de sangre solo por venganza o por coraje y tú tampoco deberías hacerlo pero no te obligaré a hacer algo que no quieras hacer—dirigió su mirada hacia el militar que nos observaba sin importarle la escena de hermanos teniendo una discusión— No estoy de acuerdo que mi hermana arriesgue su vida...pero no la aislaré. Espero que pueda pensarlo mejor y vuelva—dijo finalmente mirándome. Aceptó aunque no estuviera de acuerdo.

El militar le dió la espalda para tomar su casco de la camilla, se lo colocó nuevamente y sostuvo firmemente su arma, preparandose para salir sin olvidar algo.

—El primer camión estará listo en unos minutos más, por lo tanto solo queda esperar hasta que se les informe—dijo e hizo una seña hacia afuera.

—¿Qué les pasará a las personas que no podrán subir?—Pregunté deteniéndolo.

—Una marca profunda de dientes en su cuerpo es un boleto a dejar ese camión—señaló su dentadura.

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SOBREVIVIR EN ESTE MUNDO CRUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora