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El cuerpo que yacía en el suelo a unos centímetros de mis pies su hedor comenzaba a afectar a mi nariz,y mis ojos dejaban salir lágrimas mientras que aún observaba fijamente al hombre que me apuntaba con una escopeta cargada,mi estómago se revolvió enseguida,sentía mi cuerpo caliente sin embargo estábamos a una temperatura algo elevada tras estar a finales de octubre,ni siquiera contaba los días mucho menos recordarme en que mes estábamos,ya no me preocupaba tal cosa,ahora solo necesitaba mantenerme aislada sin saber nada más de esas cosas por el momento,pero no pude evitar recordarme que un tipo me apuntaba con su arma,sin importarle que era una chica,que estaba desarmada y asustada dándole ventaja de la situación se acercó hacia a mí midiendo sus pasos.

—¿Alguien más está contigo?—preguntó quitando el seguro y sostener firmemente el arma apuntando a mi hombro,corazón o incluso el brazo izquierdo.

Separé mis labios resecos,tragué en seco, y con la fuerza que me quedaba traté de no soltar un sollozo por el pánico que me invadía. Mi corazón retumbaba en mi pecho que estaba segura que disfrutaba de su sonido cuando sonrío,pero fue algo inesperado que bajara el arma y me diera una botella de agua que cargaba en esa mochila gastada por su uso. Mis manos temblaban y al sentir el plástico en mis manos la tomé con rapidez y desenrosqué la tapa que me impedía el paso del agua, mi garganta mejoró y mis labios se remojaron lubricándolos un poco por la saliva.
Con el dorso de mi mano me limpié la barbilla por el agua que escurría de mi boca hasta llegar a parar a gotear por mi barbilla,cuando elevé mi mirada esa pizca de esperanza de que no fuera un enemigo que fuera a asesinarme de un solo ataque se esfumó cuando vi un trozo de soga en sus manos.

—«Devuelta a lo anterior.»

***

Mi cuerpo aún en el suelo con la puerta a mi espalda y mis piernas sujetándolas junto a mi pecho hacia que perdiera lo poco que me quedaba de paciencia,la energía que reuní durante el tiempo que estuve esperando con el duro material en mi espalda sería útil para derribar esa maldita puerta que me impedía el deseado fuego de una chimenea que posiblemente me espera al pasar por esta puerta.

—No lo soporto—dije comenzando a levantarme con ayuda de la puerta mientras que apoyaba mi espalda en ella dando un último respiro para darme la vuelta y prepararme para patearla.

Caí al suelo lastimándome las palmas de las manos cuando intente amortiguar mi caída cuando la puerta se abrió repentinamente antes que mi zapato pudiera tocarla. Con mis manos levanté mi cuerpo sentándome en mis rodillas mientras observaba el interior pero al escuchar un tipo de click mi cuerpo se paraliza,y mi rostro solo observa los muebles y esa luz tenue escapar de una habitación,fuego. Escuché pasos acercándose,y luego la boca de fuego justo en mi cabeza,supe que no se había utilizado recientemente por qué la boquilla estaba demasiado fría,además en la otra habitación estaba una chimenea y el arma debería de estar caliente si la tenía junto a su cuerpo mientras descansaba en ese sillón replegable color marrón.
Durante unos minutos estuve con la mirada en el suelo,impidiéndome a mí misma levantarla para darle la cara a esa persona,sabía que si hacía un movimiento de alguna manera se pondría tenso y jalaría el gatillo sin dudarlo. Aunque si esa era su intención ya lo hubiera hecho cuando había irrumpido en su propiedad y en este momento que estoy de rodillas por segunda vez a los pies de una persona.

—No te muevas—dijo comenzando a apoyar más el arma sobre mi cabeza cuando comencé a levantarme,pero me di cuenta que era bajo cuando el arma llegó a mi pecho,demasiado bajo—Dije que no...

—Un niño—interrumpí,sin pensarlo bajé los párpados,más bien como una persona insolente que no le impresionaba,pero el hecho de tener un arma sobre mi pecho cerca de mi corazón no podía hacer nada más que hablar con el.

SOBREVIVIR EN ESTE MUNDO CRUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora