El Susurro del Diablo Libro I

Prefacio

El miedo. Los susurros en medio de una noche oscura, los truenos retumbando en medio de una ciudad en plena tormenta. Los perros ladrando al unísono en medio del silencio. El grito inaudible de las almas que emergen desde las tinieblas, pero que nadie escucha.

¿Cuántas veces sentiste morir en medio de un profundo sueño? ¿Cuántas veces soñaste con aquella silueta negra parada frente a ti, y aún después de despertar esta seguía ahí?

Se dice que el miedo es nuestro peor enemigo, pero ¿Realmente es así? O ¿es realmente nuestro enemigo aquello que se esconde detrás de lo que no podemos ver?, aprovechándose de los puntos ciegos, de nuestra ignorancia, de la ingenuidad que nos convierte en ignorantes.

No sé tú, pero desde mi punto de vista, y desde mis experiencias en mi vida oscura, larga y trascendental; puedo decirte que, todos somos el títere de algo o alguien más. Todos confiamos en todo. Vemos la oscuridad disfrazada de luz, al enemigo disfrazado de bondad, y...para que seguir enumerando. ¿Verdad? Pero no voy a juzgarte, ni mucho menos agobiarte, no quiero que te sientas incómodo mientras lees esto. ¡No! Lo que quiero, es que te pongas cómodo, que respires profundo, porque la historia que te voy a contar a continuación, merece de tu total atención.

Quiero contarte una historia. Una historia triste, cruda, algo sádica, y ¡Por qué no! También un poco satánica.

Esta es la historia de Katherina Warren, una chica común y corriente a simple vista de todo el mundo. Pero con un secreto oculto, tan oculto que ni la misma chica sabe que vive dentro de ella. Un secreto oscuro, lleno de mentiras, incertidumbre, con una maldición arraigada, que emerge desde las entrañas de la vida en la tierra, hace aproximadamente 6.000 años, sin embargo, y lo más importante es que, mientras más la chica se acerque a la verdad; más cerca estará de su muerte y la maldición eterna para quienes la rodean.

Así que te advierto, esto no es solo terror, no es un cliché romántico, por si es lo que andas buscando. Pero, mejor...te permitiré continuar. ¡Anda! Da vuelta esta página, porque cuando tus dedos toquen la última, sabrás quién soy yo.

¡¡Que comience el juego!!