Narra Katherina. Unos días antes del Samhaín.
Sus ojos estaban puestos en mis labios, como si esperara a que gesticularan alguna palabra, por estúpida que fuera. Lo único que deseaba era que dijera algo. Podría hablarle del clima o de los calzones con florcitas que uso para dormir. Bueno, el tiempo se me está acabando y debía decirle algo. ¡¿Qué demonios le digo?!
Mis labios comenzaron a moverse sin pronunciar sonido. ¡En efecto! El tipo debe pensar que tiene una retrasada como sobrina.
Creo que me haré pipí.
―Creo que deberíamos partir por... ¿saludarnos? ―habló en tonó de pregunta.
―¡Oh! ¡Uhm!
―¿Me dejarás pasar?
―Podría reconsiderarlo.
―Si entiendes que no sería capaz de dañarte, ¿verdad? ―me preguntó con ironía.
―Ya he oído eso antes ―respondí con seriedad.
―Para poder hablar debes dejarme pasar ―insistió―, además, si recuerdas que estamos en tu mente, ¿no?
―Sí, no lo he olvidado, así como tampoco se me olvida que fue por medio de mi mente, que un demonio me secuestró y asesinó hace cinco meses en un bosque.
El silencio se apropió del momento, pero él nunca dejó de mirarme.
―Entonces acompáñame a caminar ―pidió el hombre traspasando la serenidad de su mirada a sus labios.
La desconfianza me corrompía, sin embargo, una parte de mí, muy, muy en el fondo confiaba en las palabras de Eurielle. Si ella ha puesto a este hombre aquí, debe tener una razón viable.
Cerré la puerta detrás de mí y sin pronunciar palabra caminé encima del pasto dirigiéndome a la acera que recorría el vecindario. Por encima de su sutileza casi femenina, dio dos parsimoniosas zancadas logrando alcanzarme en el trayecto.
―Sigo esperando a que comience a hablar ―rompí el silencio manteniendo la vista al frente.
―Eurielle me comentó que eras algo especial...no creí que fuese tanto.
Mi frente arrugada evidenciaba mi confusión ante su comentario.
―¿Y bien? ¿A qué has venido? ―pregunté. El educado hombre soltó un suspiro de resignación.
―Siempre imaginé de otra manera mi presentación ante ti ―agregó con la cabeza baja, como si le avergonzara mirarme.
―No estoy entendiendo ―sacudí la cabeza en señal de negación.
―He tenido planeado este encuentro desde hace mucho tiempo, pero sabía que sin mí en tu vida estarías mejor.
Me dispuse a hablar, pero él me interrumpió continuando su show de melancolía.
―Eso no importa ya, lo que realmente interesa son las cosas que debes saber.
―Sí, eso no lo discuto. Dijiste que Eurielle y tú me salvaron de...tu hermana.
―¡En efecto! Los ángeles lograron dormir por un tiempo la magia negra de los Lilim. Mil años para ser exacto.
―¿Y qué pasó entonces? ―pregunté llevando mi mirada hasta su inexpresivo rostro.
―Nacimos nosotros ―contestó―. Isabella y yo sabíamos que nuestra madre tenía hábitos extraños y que a nuestro alrededor siempre ocurrían sucesos extraños, inexplicables. Conmigo no fue tanto, pero con Isabella...―hizo una pausa―...con ella fue un caos.
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El Susurro del Diablo Libro I
FantasyLibro 1 El Susurro del Diablo es una saga de cuatro libros. Actualmente se está subiendo el segundo a la plataforma de Wattpad. SINOPSIS ¿Qué pasaría por tu mente si te dijera que eres el elegido para comenzar el apocalipsis? ¿Estarías dispuesto a...