Bienvenida al juego

Final parte 1

Toronto-Canadá 02 de Marzo del 2016

Stella.

Había pasado dos semanas desde que Emily se fue sin decir nada, a los tres días de que sucediera fuimos con la policía a informar su desaparición y a los pocos días nos dijeron que habían llamado a su papá para informarle, y fue él mismo el que dijo que Emily estaba con él, dudamos un poco, ella ni siquiera se despidió o dijo algo, sólo se fue.

Si bien es cierto Emily es una clave importante en el muerte de nuestras madres, y aunque es difícil no recordar eso cuando la tengo en frente, es mi prima, y no sólo eso, es la única familia que me queda aquí, ella también ha perdido mucho, no quiero ni pensar por lo que está pasando...

— Llegué. —Michael entró a su departamento, que por el momento compartimos.

Había pensado en contactar a mis abuelos, pero preferí hacerlo una vez que encuentre a Emily. Michael se había portado muy bien conmigo, me prestó dinero para comprarme algo de ropa ya que todo lo que tenía se quemó junto a la casa, así que cuando me ofreció su departamento para dormir no me negué, se ha convertido en un gran apoyo para mí.

—¿Averiguaste algo? —él había salido a pedir el número celular del papá de Emily.

— No, se negaron a dármelo.

—¿Crees que sí está con él?

— Emily no es de las que se va sin decir nada... Pero con todo lo que ha pasado es posible que sí.

— Ella y su padre no se llevan muy bien que digamos...

— Pues al parecer recurrió a él. Fuimos duros con ella y prefirió escapar por un momento, quizá y debamos darle espacio. —tomó asiento junto a mí.

— No tenido la oportunidad de agradecerte, has hecho mucho por mí, realmente lo aprecio.

— Es lo que hacen los amigos, ¿No?

Sí, eso es lo que hacen los amigos.

— Iré a preparar el almuerzo. —me puse de pie y fuí a la cocina.

Luego de unos minutos decidí qué preparar, la verdad es que nunca había visto una nevera tan vacía como esa.

— Stella... —Michael llamó.

—¿Qué? —fuí a la sala y lo encontré leyendo un mensaje, por su cara era obvio quién era el emisor.

Me acerqué a él y leí.

«Vayan a el restaurante frente al parque en el centro de la ciudad en 10 minutos, ahí podremos negociar la libertad de Emily.
- R»

— Entonces Roger la tiene... —susurré.

— Rápido, llama a la policía y diles que vigilen la zona mientras nosotros nos reunimos con Roger.

Hize lo que me pidió y al instante estábamos en el sitio acordado, era la primera vez que estaba en ese restaurante y por más que veíamos a todas partes no había rastro de alguien conocido o sospechoso.

— Han pasado casi dos horas desde que recibimos el mensaje Stella. —Michael estaba desesperado.

— Si algo he aprendido es que todo lo que Roger hace tiene un propósito.

Estuvimos esperando unos minutos más hasta que otro mensaje llegó.

«La policía no estaba incluída no nuestra reunión, así que se cancela.
- R.»

— Mierda... —la decepción se notaba en la voz de Michael.

— Se dió cuenta...

— No podemos dejar ésto así. —empezó a escribir un mensaje.