10.- Verdades y dolores.

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Castiel fumaba fuera de los departamentos.

Aun no asimilaba lo idiota que había sido. No quería perder la amistad del rubio, pero Sucrette había logrado desestabilizarlo.

Su celular sonó por un mensaje.

Niñita- Tenemos que hablar. Te veo en un rato en tu departamento.

-Soy un idiota...- Hizo una mueca.

-¿Por qué la gran revelación?- El pelirrojo observó a un lado. Lizeth y Armin llegaban. La chica sacó un cigarro.-¿Tienes fuego?

Castiel le encendió el cigarro.

-¿Y Nathaniel?- Preguntó el azabache.

-No sé...

-¿De que hablaron?

-Que te diga él. A mi dejame en paz.

-Alguien está de mal humor.- La pelirroja sonrió.

-Tú cállate, todo es tu culpa.- Los dos observaron sin entender al pelirrojo.

-¿De que hablas, Castiel?- Armin se acercó a él.

Los dos se observaron serios. Armin sospechaba algo.

-¡Hola!- La pelirroja saludó al otro lado de la calle, donde se veían acercándose a Alexy, Nathaniel y Sucrette.

Castiel tiró su colilla y encendió otro cigarro.

Alexy le hizo una seña a su hermano cuando se acercaron.

-¿Qué pasa?- Armin lo observó sin entender.

Todos lo observaron y este suspiró.

-Nada Armin... Nada.

-¿Todo mejor?- Preguntó el azabache al rubio.

Este abrazó a Sucrette y asintió sonriente.

Castiel desvió la mirada mientas lanzaba un gruñido.

-¿Qué les parece si pedimos pizza?- Armin sonrió.

-¡Perfecta idea!- Lizeth aplaudió.

Alexy observó a Sucrette insistente y esta se cruzó de brazos.

Sabía que tenía que hablar de lo ocurrido con Nathaniel, pero no se atrevía.

Alexy le hizo una seña a la azabache con las manos, Nathaniel lo observó extrañado y Sucrette negó nerviosa.

-¿Qué ocurre?- El rubio le preguntó a su novia.

-N-Nada...

Castiel rió.

- ¡Ya! No se lo diré frente a todos.- La azabache observó enojada a Castiel y Alexy.

-¿Qué?- Nathaniel se alejó y la observó serio.- Linda, sabes que puedes decirme todo.

Castiel bufo.

-No te metas, Castiel.- Sucrette lo vio mal.

-¿No? ¿Vas a decir que no me incumbe, tabla?

-No le digas así.- Nathaniel lo observó molesto.

-Le digo como se me da la gana.

-No, no tienes ningún derecho de llamarle de ninguna forma.

-¿Y tú si?

-Soy su novio.

-¿De nuevo? No por mucho.

-¿Qué?- Nathaniel se acercó enojado al pelirrojo y este lanzó su cigarro lejos.

-Chicos, tranquilos.- Armin intentó interponerse sin éxito.

Juntos Contra Todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora