Capítulo 4

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Mis ojos quieren abrir pero se sienten tan pesados.

Intento una vez más y luego de varios intentos logro abrirlos, miro hacía la ventana y todavía el sol no salió. Bajo las escaleras a oscuras y voy hacia la cocina para buscar algo de comer. Busco el tarro lleno de dulces y subo nuevamente a sentarme en el balcón ya que era una bella noche.

Miro las estrellas y me pierdo en ellas, siempre me despertaba a esta hora a verlas, era mi momento para relajarme.

Veo el vecindario como siempre lo hago. Cuando era niña siempre decía que me hubiese gustado tener una amiga de por aquí. La única chica de mi edad vivía al lado pero, no era muy amigable además de que siempre que me veía, tenía mala cara.

Escucho murmullos y de pronto como dan un gran portazo.

Miro hacía la casa de al lado donde conectaban los patios y se veían dos sombras.

- ¡Tú y tus actitudes ya me están cansando! - se escuchaba la voz de una chica que le decía a la otra persona.

Yo no sabía si irme o seguir escuchando. Ñe, me ganó la curiosidad.

- Lo siento no quería hacerlo. - escuché que contestaba la voz de un chico.

Todo se quedó en silencio por unos minutos y yo creí que se habían ido cuando veo como mi vecina (la odiable) caminaba en todo el patio lentamente con las manos en su frente. En ese momento apareció el chico que desconocía, caminó hacia ella con las manos en sus bolsillos.

- Ya no lo soporto más. - dijo mi vecina en un susurro que gracias al silencio del vecindario logre oír.

No pude ver la reacción del chico, pero la tensión se sentía desde aquí.

- ¿Qué quieres decir con eso Emma? - lo escuché hablar con dolor y temor al mismo tiempo.

Ella se dio la vuelta dándole la espalda y en simple palabras...

- Te dejo libre Simón - por su voz sabía que tenía un nudo en la garganta, apostaba lo que sea.

- Amor, podemos arreglar esto juntos, como siempre lo hicimos ¿si? No me dejes por favor, te amo y eres la única persona que me importa en este mundo. Por favor, los..los problemas lo trataremos de arreglar juntos. - Lo dijo todo tan rápido que apenas entendí, ella se dio la vuelta y todo quedó en silencio.

Me imaginé que se estaban mirando a los ojos.

El tal "Simon" dio un paso adelante, pero ella un paso hacia atrás.

- Creo que tendrás que irte, es lo mejor para los dos. Sabes que ya no hay amor aquí Simón... - él la interrumpió.

- El amor por parte mia está, ahora dime Emma, ¿tu parte esta? - ahora hablaba con enojo - Me has hecho las mil y una y yo como un tonto por amor, te perdonaba. - suelta una carcajada irónica - ¡Perdone hasta que  estuvieses con mi primo!

Silencio. Esa fue la contestación de Emma.

- Un gusto haberte conocido Emma - le dice él agarrando su campera y entrando a la casa nuevamente.

Se escucha como abren la puerta principal, y como se cierra nuevamente.

Silencio. Emma se quedó en silencio.

Pasmada en el mismo lugar, como la dejó Simón, se quedó allí en shock.

No fue hasta pasó su mano por debajo de su ojo derecho y así, camino hacia la puerta de su casa.

Y yo me quedé pensando en todo esto.

Al final no era tan santita mi vecinita como lo pensaba. Igual, me quedé mal por no ser alguien cercano a ella o a él para poder ayudarlos.

Estuve pensando en todo y.. quiero tratar de ser buena persona, quiero tratar bien a los demás como mamá, quiero ser dura pero al mismo tiempo ser la persona más dulce como papá y quiero tener la felicidad de Nicolás.

Quiero encajar en mi familia por una vez en mi vida y hoy Lunes, declaró ponerme ésta semana como prueba, para ver que tal me va.

Dicen que las buenas personas siempre salen lastimadas...

Me quedé un rato más allí afuera comiendo dulces, pero entré en cuanto me agarró sueño nuevamente.

Frase del capitulo: Tú actitud mató mis ganas de luchar por ti.

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