Llevaba puesto un vestido negro, odiaba hacer esto.
Lo más doloroso es que íbamos a despedirnos de mi papá.
Mi papá...
Luego de que nos quedaramos sentados en el suelo del hospital Nicolás, Connor y yo, llamamos a mi abuela para darle las noticias y para que haga los papeles y el funeral.
Así que aquí estoy yo, viéndome en el espejo con mis ojeras y mis ojos rojos de tanto llorar, no tenía ganas de nada la verdad.
Me sentía incompleta, faltaba una parte de mi que no creía que iba a volver.
Tocan mi puerta y abre unos segundos después Connor.
Agradecía de verdad que él estuviera en estos momentos conmigo, creo que hubiese sido más duro pasar por esto sola a que en compañía.
No me pregunten sobre Oliver o Alexa, era en lo que menos pensaba en estos momentos.
- ¿Lista? - pregunta él acercándose.
Pongo un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y asiento lentamente.
Agarra mi mentón y me mira directamente a los ojos.
- Estoy aquí ¿si? No te dejaré sola. - me dijo.
Asiento nuevamente sin poder hacer salir las palabras de mi boca.
Bajamos las escaleras juntos y ahí estaba mi abuela, parada mirando las fotos que estaban colgadas arriba de la chimenea.
Sé que a ella le debe costar tanto pasar por esto ya que, no pudo despedirse ni arreglar las cosas entre ellos y se que eso va a ser una gran carga para llevar.
- Abuela ¿nos vamos? - ella voltea y me mira mientras asiente.
Salimos y sentado en los escalones estaba Nicolás, mirando el cielo perdido en ello.
Me siento a su lado mientras que le hago señas a mi abuela y a Connor de que suban al auto.
- Nico - lo llamo.
Él voltea a verme y tiene una sonrisa en su cara.
- Estaba pensando en él, sonreía mientras me molestaba por no aprobar Matemáticas, también molestaba a mamá porque su comida estaba "envenenada" como decía él o te molestaba por ser tan princesita.
Me río recordando esos momentos.
- Esos recuerdos estarán por siempre en nuestros corazones Nico, y se que él donde esté, nos está dando fuerzas como siempre lo hizo. - me mira y yo trato de hacerle una sonrisa.
Apoya su cabeza en mi hombro y así nos quedamos por varios minutos.
~*~
- Si quieres, puedes pasar a decir unas palabras pequeña. - dice mi abuela con los ojos llorosos mientras mira al cajón.
Yo dudo unos segundos pero paso, de la mano de mi hermano.
Nos paramos delante del ataúd y siento cuando Nicolás me aprieta la mano levemente.
Se me hace un nudo en la garganta sin poder evitarlo y simplemente me quedé sin palabras. Tenía tanto para decir pero salía de mi boca.
Sólo limpié mis lágrimas y besé el cajón.
- Gracias por tanto amor, tanta enseñanza, tanta dedicación, tantos mimos, tantos abrazos, tantos malos momentos como buenos. Simplemente, gracias por todo. - logro decir entre lágrimas.
Dejo la flor blanca que había llevado, nunca la había visto ni sabía cual era, pero se veía tan especial que sentí que mi padre merecía eso.
Mi hermano beso sus deditos y apoyo contra el ataúd.
Sólo escuché que susurró un "Te amo" y nada más. Luego de eso, tomados de la mano nos alejamos para que las demás personas se despidan también. Había familiares que nunca vi, amigos de mis padres, gente de trabajo, todo de un poco y todos reunidos por mi padre.
Me siento en el banco de la plaza solitariamente, cierro mis ojos al sentir el contacto del viento contra mi piel. Pienso en todo lo que ha pasado, en que sólo faltan horas para que termine el día y yo tengo la mínima esperanza de que mamá despierte.
La esperanza es lo último que se pierde, o eso dicen.
Siento que me toman de la mano lentamente, abro los ojos y veo a Connor mirando hacia el cielo inocentemente.
Nos quedamos así, en silencio pero en compañía.
- Gracias Connor. - le digo.
Él me mira y sólo niega con la cabeza.
- No tienes nada que agradecer, sabes que haría esto y mucho más Sara. - vuelve a mirar al cielo - Siento mucho todo esto, yo.. sabes que en lo que necesites voy a estar ¿si? - le hago una media sonrisa y asiento.
- ¿Vamos a comer? Yo te invito - dice él después de un rato.
No estaba muy convencida ya que quería ir a mi casa a estar con mi abuela y mi hermano..
- Y si estas pensando en eso, no. Tu abuela tenía una reunión con no se quien y tu hermano está durmiendo, estaba muy cansado. - habla él nuevamente.
Confundida, asiento y me levanto para caminar a su auto.
Paramos en un McDonald's y bajamos, hicimos los pedidos y cuando todo estaba listo nos fuimos a sentar en una mesa al lado de la ventana.
- ¿Cuánto hace que no pruebas un trozo de comida, Sara? - me pregunta Connor.
- Emm... desde ¿ayer? - digo con la boca llena.
Niega con la cabeza y sigue comiendo.
- Hey - se escucha que dicen detrás mío.
Me doy la vuelta extrañada y ahí estaban ellos, Oliver y Alexa, juntos, con una sonrisa radiante.
Yo no se si ellos sabían, sólo, no quería tener que explicarlo.
- ¿Salen y no nos invitan? - pregunta Oliver arrastrando una silla a mi lado.
Miro a Connor con incomodidad, no olvidaba su pelea.
Nos quedamos los dos en silencio, yo porque no me salían las palabras y Connor sólo miraba un punto fijo en la mesa.
- ¿Les comieron la lengua los gatos? - preguntó Alexa sonriendo.
Silencio.
- Bueno, ahora si me están asustando, ¿qué pasó? - preguntó Oliver mirando a Connor y luego a mi.
Yo no sabía que contestar, con sólo pensar lo que pasó en este día me daban ganas de llorar, quería llorar en realidad no sabía que hacia comiendo en un lugar lleno de gente cuando sólo me gustaría estar encerrada en mi cuarto ahogandome en mis lágrimas.
- Yo.. este.. ayer.. - tartamudeaba sin encontrar las palabras exactas.
- No es un buen día para bromas ¿de acuerdo? Sólo, no pregunten pero respeten el silencio. - dice Connor con calma.
Ellos nos miran confundidos y yo sin saber que hacer me levanté diciendo un bajo "adios" para salir rápidamente de allí.
Camino rápido las cuadras sólo para llegar a mi casa, entrar y subir rápidamente a mi cuarto. Cierro de un portazo y me siento en el piso, cubro mi rostro con mis manos y salen las lágrimas sin poder evitarlo.
Me siento tan...sin nada, podré tenerlo todo, la mejor casa, los mejores autos, pero si no tengo a mi familia unida no tengo nada.
Y lamentablemente eso no va a cambiar.
Frase del capítulo: Todos los humanos estamos rotos. Y lo peor es que en vez de ayudarnos, nos lastimamos más.
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Viviendo Mi Mentira ✔️
Teen FictionSara Brown; típica popular con el pensamiento de que "su vida es perfecta" sólo por tener todo lo que ella quiere. Pero todo esto cambia cuando una noche, suena su celular avisando una llamada. Esa maldita llamada que marcará el antes y después en l...