Viviendo Mi Mentira ✔️

Capítulo 21

- Háblame de ti - dice Simón distraidamente.

Vinimos a un parque y estábamos acostados mirando hacia el cielo. No podía pasar por alto que su mano estaba rozando la mia y que apenas mi cabeza llegaba a su hombro.

- ¿De mi? ¿qué quieres saber?

Su pregunta me tomó por sorpresa. Era raro que alguien quiera saber de mi, ya que nadie, se tomaba el tiempo de hacerlo.

- Si, tu color o comida favorita. Tus miedos, que querías ser de grande en tu tiempo de niña, a donde quieres viajar, que piensas sobre la vida.. quiero saber mínimamente, todo. - termina y sé que en su rostro hay plantada una sonrisa.

Mire las estrellas una vez más y me perdí. Está noche estaba llena de ellas, y eran verdaderamente hermosas.

- Mí color favorito es el amarillo - digo luego de un rato - amo el amarillo locamente - me río por mi serio problema con las cosas amarillas. - De niña quería ser veterinaria, pero porque creí que era cuidar de los animales, cuando me enteré lo que de verdad significaba ser veterinaria, perdí esa esperanza. - le cuento.

Suelta una carcajada y yo muevo mi cabeza hacia arriba para verlo reírse.

- ¿De verdad eras tan inocente para creer eso? - pregunta riendo.

Lo pincho con mis dedos en su estómago.

- Auch. - se queja - Yo de chico quería ser bombero. Me gustaba la idea de ayudar a los demás en momentos difíciles - dice pensativo.

Yo sólo quedó en silencio por unos segundos, pensando.

- Me gustaría viajar por todo el mundo, pero mi lugar favorito es Francia - digo con voz esperanzadora.

- Ya se donde llevarte para nuestra luna de miel - bromea en voz baja.

Le clavó mis dedos en su estómago una vez más.

- ¡Hey! - se queja.

No le prestó atención.

- ¿Simón? - lo llamó luego de unos minutos en silencio.

- Ajam - dice distraído.

Seguramente perdido en esta noche hermosa.

- ¿Donde terminó tu vida? - le pregunto.

Recordé esa pregunta que vi en el banco el otro día, necesitaba hacer esa pregunta y que me den una respuesta, diferente a lo que yo pensaba.

- ¿A que viene esa pregunta? - dice confundido.

- No nada nada, lo siento. La leí el otro día en un banco...- digo realmente arrepentida.

Vi por el rabillo del ojo que negaba con su cabeza, aún mirando las estrellas.

- ¿Dónde piensas que terminó tu vida? - me pregunta ahora él.

Yo sólo quedé en silencio. Esa pregunta estaba metida en mi cabeza y no pensaba irse. Necesitaba desahogarme de verdad, pero, era algo raro hacerlo con Simón, apenas lo conocía. Pero no dejaba de darme ese aire de confianza.

- Mí vida terminó cuando mis padres murieron en ese accidente - se me escapa en voz alta.

Al instante me arrepentí de haber dejado que salgan esas palabras de mi boca. Me odie a mi misma por ser tan tonta.

Él no dijo absolutamente nada, no se movió ni para mirarme.

Sentí como se acomodó para estar a mi altura y me miro directo a los ojos. Sólo me acerco a su cuerpo hasta que quede acostada en su pecho y él me abrazaba por la espalda.