Simón.
Simón.
Simón.Me quedé dura mirándolo fijamente sin saber que hacer. Las imagenes de esa noche no dejaban de proyectarse en mi mente.
Yo sentada en la amaca y él apareciendo de la nada. Hablando. Bailando. Viendo el lío que se armó con mi vecina y la llamada.
Maldita llamada que acabó con mi felicidad.
- Hey, me recuerdas ¿cierto? - vuelve a preguntar ahora un poco más serio.
Yo salgo de mis pensamientos y lo miro nuevamente. Dos veces que lo vi y fue por la noche casualmente. Lo que más llamaba la atención de su rostro eran sus labios, eran gruesos pero no al extremo, y cuando abría su boca, toda la ciudad se iluminaba por su brillante sonrisa. Sus ojos de un color café normal y su perfecta nariz. Me imaginé que estaba cansado o no había podido dormir por las últimas noches ya que debajo de sus ojos crecían las ojeras, parecía un mapache.
Reí con el pensamiento.
- S-si lo recuerdo - le brindo una sonrisa amable - ¿Simón? - pregunto entrecerrando los ojos, esperando no equivocarme.
Él rueda los ojos sin perder la sonrisa y asiente.
- Creí que no te acordarias de mi e iba a ser mi momento más incómodo - dice riéndose.
Yo suelto una carcajada y veo como todo el ambiente se relaja.
- Oye, ¿como estas? Esa noche, en la fiesta te busqué por todos lados. Creí que..- dice dudoso - creí que te habías enojado por la escena de mi ex - termina.
Veo que esconde sus manos en el bolsillo de su pantalón.
- No no, tuve un problema familiar. - digo en un susurro, carraspeo y trato de encontrar mi voz nuevamente - Siento haberme ido así como si nada - me disculpo sinceramente.
Él niega con la cabeza.
- No pasa nada, espero que ese problema se haya resuelto - dice amablemente.
Asiento.
- ¿Tan bonita y sola? - pregunta sonriendo.
Al momento recordé ese momento en la fiesta cuando apareció diciendo las mismas palabras. Sonrío.
- ¿Tan idiota y.. porqué no me sorprende que estés sólo? - contestó riendo.
- Bueno, estoy aquí para tomar tu orden, ¿que va a ordenar linda dama? - pregunta buscando su anotador.
Le sonrío amablemente.
- Traeme un Café con un trozo de esas tortas con chocolate que se ven ahí - le digo apuntando al mostrador.
Él asiente.
- Ya vuelvo - me contesta.
Miro mis manos entrelazadas sobre la mesa mientras pienso en Simón. Apenas lo conozco pero me da ese aire tranquilo y acogedor, me da esa confianza aunque parezca de esos chicos que van ligeros por la vida sin importarles nada.
Corro mi vista cuando escucho unas pisadas acercarse. Veo a un chico con unos jeans negros acompañadas de unas convers del mismo color un poco gastadas. Una remera blanca donde le quedaba ajustada y una campera negra, miro su rostro y ahí estaba Simón. Caminando desinteresadamente e ignorando las miradas de las chicas que están sentadas a su derecha. Venía hacia mi con esa sonrisa que era imborrable, al parecer.
- Hey, ya termine mi turno y tengo hambre, vamos a comer.. - dice tomándome de la mano despreocupadamente.
Lo miro sin entender.
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Viviendo Mi Mentira ✔️
Teen FictionSara Brown; típica popular con el pensamiento de que "su vida es perfecta" sólo por tener todo lo que ella quiere. Pero todo esto cambia cuando una noche, suena su celular avisando una llamada. Esa maldita llamada que marcará el antes y después en l...