Estaba arreglandome para ver a Oliver, ya que después del malentendido quedamos en vernos y tratar de arreglar esto.
Estúpido Simón, ¿Porqué le mandaría una foto así a mi novio? Lo odio.
Para: Simón el mejor de todos♡
¿Porqué hiciste eso? Tengo problemas con Oliver por tu culpa. Eres un idiota.Termine de escribir ese mensaje rápidamente y se lo envíe. Estaba enojada, bastantes problemas tenía con Oliver para que venga éste y agregue un problema más.
Estoy enojada, con todos.
Además de eso que recibí un sermón de parte de la abuela por no pasar la noche aquí y blablabla, y todo se resume en que la culpa la tiene Simón.
Idiota.
- ¿Porqué no pasaste la noche aquí? - pregunta Nico detrás de mi.
- No te interesa Nicolás, déjame sola. - le digo cortante.
Al segundo me arrepentí, él no tenía la culpa de absolutamente nada.
- Lo siento. - dice agachando su mirada y dándose la vuelta para irse.
Corro desesperada hasta él y lo alzó mientras lo hago girar. Mala idea, está pesado desde la última vez. Caímos al suelo mientras reímos a carcajadas.
- Eres una tonta - dice entre risas.
Abro la boca con asombro y le empiezo a hacer cosquillas.
- Ba-basta - pedía.
- Pídeme perdón, dilo pequeño. - le digo agarrando sus manos.
- Lo-lo siento hermanita - dice con una sonrisa en su rostro.
Me recuesto a su lado y quedamos mirando el techo.
- Disculpame por como te traté hace rato Nico, no ando muy bien. No justificó nada - digo rápidamente - pero, sabes que no es fácil para nadie. Te quiero - le digo mirándolo.
Él me sonríe y se levanta, me extiende su pequeña mano y yo la tomo. Me ayuda a levantarme y me abraza con fuerza.
- Te quiero Sara - dice en un susurro.
Yo sonrío y lo abrazo aún con más fuerza.
No hay nada como el amor de un hermano.
*~*
- ¿Puedes decirme quien es ese tipo? - me grita Oliver una vez dentro de su auto.
Me había pasado a buscar y no me había saludado siquiera, sólo fue a su auto y se plantó ahí. Sabía que lo malo estaba por venir.
- ¿Puedes calmarte? Te explicaré todo. - le pido.
No me estaba gustando la forma en la que su rostro estaba completamente rojo y sus puños estaban blancos de tanto apretarlos. Sus dientes rechinaban y su mandíbula se marcaba con fuerza.
- ¡No voy a calmarme hasta que me digas quien era! ¿¡Sabes como quedé delante de los chicos!? Porque encima eso, estaba con los muchachos cuando me llegó tu mensaje. Eres una idiota, y más idiota yo que no me di cuenta que estabas engañandome delante de mis narices.
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Viviendo Mi Mentira ✔️
Novela JuvenilSara Brown; típica popular con el pensamiento de que "su vida es perfecta" sólo por tener todo lo que ella quiere. Pero todo esto cambia cuando una noche, suena su celular avisando una llamada. Esa maldita llamada que marcará el antes y después en l...