- Despierta dormilona. - dijeron entrando a mi cuarto, - ¡¡Feliz cumpleaños!! - sentí como alguien se tiro encima de mi y yo sólo no entendía nada.
Me saqué a Nicolás de encima que me dejaba pequeños besos por toda mi cara mientras decía lo vieja que estaba.
- ¿Puedes quitarte pequeño chimpancé? - dije entre risas ya que se colgó de mi espalda.
- Obvio que no, ahora caballito, ¡andale andale! - agarro mi cabello como si fuera una soga para tener el control de mi.
Bajé de las escaleras entre risas y casi salen lágrimas cuando vi todo lo que había hecho mi abuela.
- No tendrías que haber hecho nada de esto abuela, no era necesario. - digo abrazandola.
De la cocina colgaban dos globos grandes con el número "18", en la mesa había muchas cosas para desayunar como dulce de leche, queso para untar, galletitas, café y leche chocolatada, hasta vi pequeños chocolatitos.
- Shh, lo hice porque te lo mereces cariño. Nicolás y Stev me ayudaron así que agradeceles luego. - confesó con una sonrisa.
¿Stev? Yo no le dije nada...
- Tú hermano se encargó de contarle cariño. - contestó mi abuela a mi pregunta no formada.
Sonreí y asenti.
- Gracias por todo abuela. Iré a cambiarme, coman lo que ustedes quieran, Nicolás no comas bastantes chocolates ¿escuchaste? Ahí vuelvo - avisé corriendo hacia arriba.
Me cambié lo más rápido posible y hoy dejé mi cabello suelto, busqué mis convers y me las puse para ir al baño. Cuando ya estuve lista bajé y ahí se encontraba Stev también.
- ¡Sara! - gritó y se acercó a abrazarme fuertemente, sonreí porque me alzó e hizo que demos dos vueltas - ¡Feliz cumpleaños! Tendría que estar enojado por que no me has dicho nada pero te entiendo, te quiero mucho y lo sabes - lo abracé una vez más.
- Gracias Stev, por venir y ayudar a hacer todo esto. Yo también te quiero pero también quiero a la comida y muero de hambre. - le digo sacándole una carcajadas a todos.
Nos acercamos a la mesa y nos sentamos a desayunar con una sonrisa.
- Stev, hoy haré una cena para festejar es algo tranquilo, si quieres venir estas invitado. Y si no llegas a estar aquí a las ocho, juró cruzar la calle para poder sacarte de tu casa a patadas. - amenace con una sonrisa angelical.
- ¿Ves Lilly? - habló él mirando a mi abuela - Siempre dije que me encantaba su trato hacia mi, es tan dulce. - dice con sarcasmo pero con una sonrisa en la cara - Estaré aquí Sara, iba a venir me invites o no así que.. - dijo encogiendose de hombros.
La abuela reía y Nicolás sólo lanzaba miradas amenazadoras.
Luego de desayunar entre risas, olvidé que tenía que ir a la escuela por completo así que cuando estaba corriendo hacia la parada la mano de Stev me detuvo.
- Necesito decirte algo importante Sara - confesó.
- ¿No puedes decirlo en otro momento Stevi? - le pregunté ya que veía venir el autobús.
- No Sara.. es justo que te lo diga ahora..- empezó a decir pero yo ya me había soltado de su agarre.
- Luego me lo dices ¿está bien? No te irás a ningún lado. - digo corriendo - Te quiero Stevi ¡cuidate! - grité como una loca pero no escuché respuesta de él.
Me subí al bus sintiéndome afortunada de que había llegado y miré por la ventana como la espalda de Stev se perdía en el camino.
Cuando llegué al instituto nunca creí que me saludaria nadie, o que se acuerden al menos. Pero me sorprendió cuando varios me saludaron con una gran sonrisa.
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Viviendo Mi Mentira ✔️
Teen FictionSara Brown; típica popular con el pensamiento de que "su vida es perfecta" sólo por tener todo lo que ella quiere. Pero todo esto cambia cuando una noche, suena su celular avisando una llamada. Esa maldita llamada que marcará el antes y después en l...