Ángeles y demonios, reunidos en una sala negociando acerca de una profesía.
"El día del juicio final vendrá, y con ello vendrá la muerte. La bestia será liberada, sangre inocente será derramada, justos morirán por salvar a los pecadores, y sólo el máximo serafín podrá abogar por la humanidad ante Dios, pero para ello un sacrificio tendrá que ser otorgado. Pero, deberá elegir un bando: ángeles o demonios; cielo o infierno. Séa cuál séa, el bando contrario caerá".
No cualquiera será el elegido, no cualquiera será coronado cómo el máximo serafín, pero cuándo cuando llegue el momento, solo él podrá salvarnos a todos.
-De nada servirá proteger al elegido hasta que el juicio llegue, si el enemigo lo descubre antes, hará todo lo posible por convencerlo de unirse a ellos, y si se niega lo matará. El serafín debe unirse a nosotros-. Dijo Miguel, sus más de dos metros lo hacen aún más notorio, su capa agitándose al viento le da un aire maquiavélico.
-Jamás! El serafín se unirá a nosotros!- Arremetió Rafael, su olor a azúfre le otorgaba ese aire amenazador.
De pronto un encapuchado entra a la sala respirando apresuradamente.
-Los oscuros ya saben de la profesía- un silencio sepulcral inundo la sala, -saben del serafín, y vendrán por el- estalló una oleada de pánico, todos debatiendo que se debería hacer a continuación.
Miguel alzó las manos en señal de silencio.
-El serafín está en peligro, debemos protegerlo hasta que esté listo para descubrir su verdadera naturaleza, si lo matan... será el fin del mundo cómo lo conocemos, tanto para cielo e infierno.
Rafael y Gabriel ambos retándose con la mirada sabían perfectamente lo que tenían que hacer, aunque eso fuera en contra de su propia naturaleza.
-Los oscuros están en desventaja, no saben quién es el elegido- todos vieron a Azhrael cómo si la cabeza se le hubiera volteado,
El ángel de la muerte estaba presente en aquella reunión de máxima confidencialidad.
-Nosotros tampoco- dijo Uriel, -No sabemos quién es el elegido, si es hombre o mujer, si ya nació, que edad tendrá, no sabemos nada! Ni siquiera su nombre!- exclamó dando un golpe contra la mesa con ambas manos.
-En realidad Uriel, sí lo sabemos- el barúllo no se hizo esperar, todos preguntándose quién será el elegido que podrá salvarlos- Aún no nace, será mujer, se llamará Jessica, y será muy importante tanto en tu vida, - empezó a caminar lentamente- cómo en la de Rafael- lo miró posando su mirada unos cuántos segundos- Y en la de Miguel, y Gabriel- estos lo vieron con toda la confusión que pudo expresar su rostro- Y para Jacob- se paró analizando los rostros de cada uno de los que acababa de nombrar- Ella será muy importante en sus vidas.
-¿¡Cómo lo sabes?! ¿¡Qué sabes tú que nosotros no?!- gritó Rafael, desesperado por respuestas.
-El creador te lo dijo- susurró Gabriel apenas audible pero fue suficiente para que todos los presentes voltearán a verlo.
-Así es, el creador me lo dijo, no sé que pasará después, o qué bando elegirá, pero sé, que dos de ustedes la amarán de la manera más pura que pueda existir, siendo capaces de dar todo; tanto sus alas -todos se pusieron aún más tensos al escuchar eso- Y su vida por ella- los cinco jóvenes se vieron entre sí- Por ahora, hay que esperar a que nazca, debemos vigilarla y en su momento y sólo en su momento... Harán todo lo posible por convencerla de unirse a su bando-.
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Lágrimas de un Ángel, La Agonía de un Demonio
Science FictionLas estrellas miran, la luna me abraza... Un ángel llora. Ella, una humana cuyo destino ya está escrito. Depende de ella el destino de la humanidad pero, deberá elegir un bando; ángeles o demonios. Sea cual sea su decisión, el amor de su vida podría...