Lágrimas de un Ángel, La Agonía de un Demonio

Amistad Indestructible

Los gritos que se escuchaban a lo lejos no hacían más que aumentar mi nerviosismo. El calor era increíblemente sofocante, tanto que las cadenas empezaban a quemar mis muñecas. Sentía la boca seca, la cabeza me dolía, todo me dolía.

Hace horas que se habían llevado a Logan, hace horas que he estado invocando a Miguel, al igual que a los demás, pero no ha pasado nada. Me empiezo a preguntar si les habrá pasado algo, si es así, definitivamente estamos muertos.

Liam titireteaba, ambos nos encontramos reunidos en un abrazo tratando de reconfortarnos mutuamente, sin embargo no lográbamos amortiguar los latidos de nuestros corazones.

No sabía cuánto tiempo había pasado, ni sabía si lograríamos salir vivos de aquí.

El sonido de botas chocando contra el piso nos alertó de alguien aproximándose, por el ruido supe que se trataba de varias personas, lo confirmé cuando se detuvieron frente a la puerta de la celda abriéndola con pesadez.

Dos hombres arrojaron a Logan al interior de la celda, su cuerpo se desplomó haciendo un gran golpe al chocar contra el concreto.

Tanto Liam como yo dimos un grito ahogado al verlo cubierto de sangre y sin fuerza para ponerse de pie. Los demonios lo vieron con asco y salieron de la celda.

Traté de acercarme a él, pero las cadenas impedían moverme más de veinte centímetros. Liam comenzó a llamarlo con el horror a flor de piel, ambos miramos su cuerpo en el suelo sin saber si estaba vivo o muerto.

Después de unos minutos, comprobamos que estaba vivo pero inconsciente.

Liam soltó un suspiro, volteó a verme y así pude ver sus ojos cristalizados.

-¿Qué está pasando? ¿Qué vamos a hacer?- preguntó con la voz rota.

Cerré los ojos mientras soltaba un suspiro de pura frustración. Pensé en cómo empezar a decir la verdad por unos minutos que parecieron horas hasta que Logan comenzó a emitir sonidos.

Liam se acercó lo más que pudo a él, llamándolo constantemente, mientras yo tiraba de las cadenas para soltarme, sin éxito.

Logan lentamente comenzó a abrir los ojos, tanto Liam como yo lo veíamos atónitos. Unos segundos después, Logan recobró el sentido.

Los tres nos encontramos hechos ovillos, tratando de no llorar. En un momento dado, Liam comenzó a gritar pidiendo ayuda, su voz se rompió y comenzó a llorar.

Logan se unió a él, ambos chicos gritaban desesperados por alguien que nos salvara. Al ver tal escena, no pude contenerlo más y las lágrimas descendieron cual cascada. Así los tres nos encontramos lagrimosos, pidiendo a gritos ayuda.

No sé con exactitud cuanto tiempo habíamos pasado así, quizás unas horas. No obtuvimos respuestas, al final terminamos como en el principio: hechos ovillos con los ojos lagrimosos.

-Oigan chicos- Liam rompió el silencio. Logan y yo volteámos a verlo -Si este es nuestro fin, quisiera decirles algo- se llevó una mano a los ojos quitando las lágrimas que éstos tenían.

Sus ojos estaban rojos por tanto llorar, el bello azul cielo que los caracterizaba había desaparecido.

Soltó un suspiro entrecortado antes de hablar.

-Primero que nada, quiero decirles que... Logan eres un idiota-

No supe si reír o llorar.

Solo él podía hacer un comentario así en esta situación. Logan probablemente pensó lo mismo que yo porque su expresión fue la misma que la mía.