Culpa

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**Alex**

Habíamos salido del bosque, el cielo avisaba de una tormenta por lo que Drake, Chris y yo decidimos viajar en el auto con las chicas.

Sin duda habían sido unos días increíbles, Jess nunca se había visto tan feliz, y su felicidad me hacia verdaderamente feliz.

Ella me importaba, más de lo que podría admitir.

Aunque no digamos nada, todos sabemos que algo pasó entre ella y Draco, nadie dice nada para no incomodarla.

Cada vez que podía hacía algún comentario con intenciones de darle a notar lo que Drake sentía por ella, él me taladraba con los ojos pero sé que en el fondo me lo agradecía.

Jade manejaba, Amber iba de copiloto mientras Drake, Angélica, Chris y yo viajábamos en la parte de atrás. Nuestro motivo por haber venido no fueron unas vacaciones, sino para protegerla.

El hecho de que los demonios y arkhos no hayan echo nada en contra nuestra me pone los nervios de punta, siento que en cualquier momento algo va a pasar. Me prometí a mí mismo que la cuidaría de todo y todos.

La lluvia empieza a caer, el ambiente cambia, todos podemos sentirlo.

-Acelera, acércate más a ellos- Chris habla a Jade.

Movía mi pie insistentemente, Drake pudo notar mi nerviosismo y clavó su mirada en mi.

-¿Qué te pasa?- preguntó.

-Estoy nervioso- respondí moviendo también las manos -Tengo un presentimiento-

Él soltó un suspiro, también estaba nervioso.

En mi mente repasaba todo lo que podría indicar mi nerviosismo, mis pensamientos se vieron abruptamente interrumpidos cuando el auto giró fuertemente haciendo que me estrellara contra la puerta y los neumáticos patinando por toda la carretera taladraron mis oídos.

La inercia nos arrastro unos metros mientras girábamos, escuché el grito de alguna de las chicas para después Chris gritar algo.

-¡Nos atacan!- gritó Drake mientras se sostenía con una mano del asiento de adelante y la otra a la puerta.

Chris iba junto a Angélica, puso una mano frente a ella y otra frente a mi para evitar nos golpeáramos con los asientos de adelante.

Cuando el coche dejó de girar, miré el auto donde iba Jess, intenté abrir la puerta pero estaba atorada.

-¡Maldición está bloqueada!- grité dando un empujón contra ésta.

-¡Miguel!- gritó Amber.

Todos nos quedamos petrificados al ver como sombras y más sombras rodeaban el auto.

-Estamos rodeados- dijo Jade.

Drake y yo intercambiamos una mirada pensando lo mismo; iban por ella.

Varios arkhos corrieron contra nosotros, arañaban el cristal queriendo entrar.

-¡Tenemos que alcanzarla!- gritó Drake.

-¡Son demasiado! ¡No podremos con ellos!- respondió Angélica.

Miré por la ventana buscando su auto, observé con el corazón en un puño cómo rocas y una masa de tierra caían hacia ellos.

-¡NO!- grité dando un puñetazo al vidrio.

-¡Tenemos que salir de aquí!- gritó Amber.

Chillidos inundaron todo el lugar, cada vez aparecían más arkhos rodeándonos.

Lágrimas de un Ángel, La Agonía de un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora