Alguien entró por la puerta, sacudió sus manos y nos miró con entretenimiento. Al levantar la vista, me percaté que era el mismo demonio que estuvo con Jake cuando Victoria me atacó en el baño del cine, y estuvo también en el altercado del gimnasio cuando fue el show de talentos, apoyando a los demonios. Su pálida piel contrastaba con la camisa negra que llevaba puesta, de su cuello colgaba una cadena con un par de alas cruzadas. Apenas se dió cuenta de cómo observaba el objeto, lo metió dentro de su camisa.
Echó un vistazo al suelo para luego mirar por sobre su hombro llamando a alguien. Un hombre cubierto con una capa negra entró a la celda, le dió indicación de esperar afuera, apenas salió, se quitó la capucha. Cuando ví de quién se trataba, quise molerlo a golpes, prenderle fuego y dejarlo para que muriera.
Jake se acercó a mí, pero rápidamente me aparté.
-¿Qué estás haciendo aquí? ¡Eres un traidor!- le grité furiosa.
Él me dedicó una mirada rápida.
-Creí que eras mi amigo- bajé el tono de voz, quise golpearme cuando sentí las lágrimas acudir a mis ojos.
Él miró con nerviosismo la puerta, me miró a mi, luego a Liam y por último a Logan. Éstos lo miraban con miedo y rabia. Sacó una pequeña llave de una de las bolsas de la capa, y dejándome atónita quitó las cadenas que aprisionaban mis muñecas para luego liberar mis tobillos. Hizo lo mismo con los chicos.
-No tenemos mucho tiempo- habló apresuradamente mientras guardaba con nerviosismo la llave en su capucha.
Se levantó y caminó hacia Logan, me abalancé sobre él impidiendo que tocará a mi amigo. Liam hizo lo mismo. Aunque nos hubiera quitado las cadenas, no confiaba en él.
Jake nos miró unos segundos, luego se inclinó sobre el cuerpo de Logan, éste hizo un movimiento tratando de retroceder. Jake lo sujetó por los hombros, y antes de que pudiéramos apalearlo entre los tres, cerró los ojos y susurró unas palabras en un dialecto que no entendía mientras de sus manos salía un fuego azul oscuro al tiempo que las pasaba sobre su cuerpo. Jake hizo expresiones de dolor, al princioio creí que lo estaba lastimando, sin embargo cuando caí en la realidad quedé atónita.
No lo estaba lastimando, lo estaba sanando de las heridas que había recibido al ser llevado a quién sabe donde para ser torturado.
El otro chico volvió a entrar advirtiendo de la llegada de personas no deseadas, segundos después ruidos se escucharon de fuera llamando la atención de todos en la celda. Jake soltó unos improperios, se levantó rápidamente, me miró y habló en mi cabeza:
-Sé que no confías en mi, pero te sacaré de aquí así tenga que ir en contra de mi raza-.
Desapareció por la puerta acompañado del otro chico, cerró la celda y se perdió en los pasillos sin darme tiempo para procesar lo ocurrido.
Unos segundos después Victoria entró junto con otras cuatro chicas. Dos eran rubias, una de ellas fue la que me golpeó cuando trataba de invocar a Miguel. La otra era más baja, de ojos verdes que me recordaron mucho a un lagarto. Una castaña estaba hasta el fondo, observando todo a su alrededor con perfecta atención, lista para cualquier ataque. Una pelinegra con ojos dorados me observaba fijamente, parecía escudriñar mi alma, sabiendo todo lo que llevaba dentro.
Todas ellas estuvieron en el gimnasio cuando estuvo a punto de desatarse una pelea entre ambos bandos. Sus ojos reflejaban maldad pura. Estaban ahí para matarnos y no se tentarían el corazón puesto que no tenían.
Liam comenzó a hiperventilar cuando se dió cuenta de que todas tenían los ojos negros, la piel grisácea y nos observaban como bocadillos. De ninguna manera iba a permitir que lo tocaran, ni a él ni a Logan.
-En momentos como este, en verdad amo ver a las personas que odio sufrir, ¿Sabes?- comenzó a hablar Victoria -Pero lo que más me encanta, es ver las miradas de dolor cuando cosas como tú, se dan cuenta de que han sido traicionadas-. Mostró una sonrisa aterradora, al tiempo que se cruzaba de brazos.
-Imaginamos que no entiendes de qué hablamos- Me sorprendí de escuchar la voz tan pura e infantil de una de las rubias, era la que más me recordaba a un lagarto por sus ojos, solo que ésta vez los tenía negros como el carbón. -Así que decidimos mostrarte con hechos y no palabras. Mi nombre es Sheyla, y por si no lo has adivinado todavía, estás en el mismo infierno- sus ojos soltaron un brillo siniestro, al tiempo que un escalofrío me recorría de pies a cabeza. -¿Sabes quién nos lidera?-.
Sin darme tiempo a contestar o procesar algo, un sujeto entró por la puerta cubierto con la misma capa negra que tenía Jake hace un momento. No necesité verle el rostro para saber de quién se trataba, apenas mi cerebro reconoció la silueta, quise ponerme a llorar.
Draco se quedó de pie en medio de la sala, la capucha le tapaba el rostro pero sabía que no me miraba, más sin embargo estaba segura que deseaba hacerlo.
Victoria soltó una carcajada atrayendo la atención de todos los presentes, susurró algo en el oído de Draco y ambos compartieron una sonrisa cómplice que hizo mi corazón se estrujase.
Sabía que esto sería solo el principio, solo tenía que rezar para que un milagro sucediera y alguien nos rescatara.
Well, ya sé que esto es una porquería, pero me está costando mucho reescribir todo. :c
Si encuentran alguna incongruencia perdónenme, no recuerdo muy bien los hechos, así que hago lo que puedo. :(
Quise mostrarles a los personajes finales de la historia, la verdad me costó mucho porque los que ya tenía seleccionados se borraron y no recuerdo los nombres de los actores, ni el nombre que les iba a poner en la historia, como acostumbro iba a dejar unas fotitos de ellos, pero hasta que encuentre quiénes eran subiré el cast completo. :(
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Lágrimas de un Ángel, La Agonía de un Demonio
Science FictionLas estrellas miran, la luna me abraza... Un ángel llora. Ella, una humana cuyo destino ya está escrito. Depende de ella el destino de la humanidad pero, deberá elegir un bando; ángeles o demonios. Sea cual sea su decisión, el amor de su vida podría...