Nuestros labios estaban a punto de tocarse...
Su respiración iba en compás con la mía, estábamos tan cerca que no había espacio vital pero no me importaba nada, hasta que...
Azufre.
Un fuerte olor a azufre inundó mis fosas nasales. El aroma era muy intenso, y Drake se separó de pronto soltando entre dientes una maldición.
-Siento mucho interrumpir su escena de enamorados, pero te recuerdo que Jessica no puede estar mucho tiempo en un lugar- ambos miramos al demonio de ojos azules -es arriesgado- completó su oración.
-Eso lo se perfectamente Draco- lo encaró -no hay ningún oscuro, ni ángeles. Los únicos demonios cercanos son tu amigo y tú- le rugió en la cara.
La mandíbula de Drake estaba demasiado apretada, sus manos cerradas en puños apretadas fuertemente y sus hombros estaban rígidos.
Draco lo miraba fijamente, su mirada se había vuelto siniestra; letal, sus ojos ya no eran azules sino gris oscuro. El pánico arraigó mi sistema, y supuse que si no hacía algo pronto una pelea iba a comenzar, una que no sabía quién de los dos ganaría. Y no quería averiguarlo.-Basta!- me coloqué en medio de los dos poniendo una mano en el pecho de cada uno, mi estatura no era nada comparada con la de ellos pero no me inmutó.
Ambos se retaban con la mirada, ambos reflejaban odio hacia el otro, ambos se habían transformado y ahora eran aterradores en absoluto.
-Limítate a hacer tu trabajo- dijo Draco entre dientes con un tono de voz tan ronco que me sorprendió, sonó tan... amenazador.
Giró sobre sus talones, y se alejó caminando. Ni siquiera me había dirigido la mirada para nada, no se percató de mi presencia y fue algo que me hizo sentir mal.
El Draco dulce y tierno ya no estaba, ahora en verdad parecía un demonio.La mano de Drake jaló de la mía y comenzamos a avanzar en dirección opuesta.
Estando fuera del hotel, levanté la cabeza para contemplar su altura. Era enorme.
Observé su estructura, sus decoraciones y la sorprendente cantidad de ventanas. Este era sin duda el mejor hotel de todo Londres. Que yo sepa tiene la fama de ser el principal hotel en que las celebridades suelen quedarse y mi papá ha conocido a artistas cómo Beyoncé, Madonna, Enrique Iglesias y a los miembros de Il Volo (estos dos últimos son sin duda mis favoritos).-Qué piensas?- Drake tenía su vista fija en mi, probablemente ya tenía un rato mirándome.
-Pensaba en que mi papá tiene más suerte que yo- dije aún mirando hacía arriba.
El ceño de Drake se frunció un poco.
-Quiero decir que como es gerente de los hoteles más lujosos de Londres ha tenido la oportunidad de conocer a algunos famosos- el entendimiento llegó a él.
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Lágrimas de un Ángel, La Agonía de un Demonio
Science FictionLas estrellas miran, la luna me abraza... Un ángel llora. Ella, una humana cuyo destino ya está escrito. Depende de ella el destino de la humanidad pero, deberá elegir un bando; ángeles o demonios. Sea cual sea su decisión, el amor de su vida podría...