**Draco**
No sé cuanto tiempo llevo en la tierra. Estoy sucio, hambriento y exhausto.
Tengo el aspecto de un mendigo, mis alas han comenzado a debilitarse, ya no son tan fuertes como antes y sé, que tarde o temprano tendré que arrancarlas.
No había recibido ninguna señal del cielo, ni de mis hermanos y mucho menos del mismo creador, cada vez empezaba a tener más ira contra todos ellos, sentía como cada vez más algo dentro de mi se iba apagando, y en su lugar el odio iba creciendo.
En una noche lluviosa, caminaba bajo la lluvia con lágrimas amenazando con caer.
Extrañaba mi hogar.
Quería volver, quería volver con todas mis fuerzas. Quería estar con mis hermanos como antes, quería pelear al lado de Miguel, y gastar bromas con Gabriel.
Un sollozo lastimero se me escapa, y es ahí donde noto mi cara húmeda, siento arder mis ojos y la lluvia empapándome por completo.
Entonces, el ambiente cambia repentinamente.
Vibras de energía oscura me asaltan completamente, el frío aumenta considerablemente.
A lo lejos tres siluetas caminan hacia mi, todas con túnicas negras. No hace falta más que tres segundos para saber qué eran.
Demonios.
Instintivamente me coloco en posición de batalla. Inconscientemente dirijo mi mano hacia mi cintura en busca de mi espada, un golpe de cruda verdad me azota y por dos segundos me siento triste.
-Oh vaya!- exclama uno de ellos -El arcángel Rafael, que honor- muestra una sonrisa burlona.
-Debería preguntarle, ¿qué hace en la tierra?- otro fije demencia -No será... Que es su nuevo hogar, ¿cierto?- hace una cara de sorpresa.
Un gruñido gutural sale de mi garganta.
-¿Qué es lo que quieren?- hablo en tono bajo pero amenazante.
-Escuchamos lo que pasó en el Paraíso, es una verdadera lástima- el primero hace una mueca -O tal vez no- su sonrisa vuelve.
-Es muy sencillo mi querido Rafa- el segundo habla de nuevo -Te tenemos una invitación-
Dirijo mi mirada hacia el encapuchado de en medio, hasta ahora no ha hablado.
-¿De qué se trata?- dije viendo al que creía era el líder.
En toda mi vida jamás consideré ni por un segundo hablar con uno de ellos, pero ahora no estaba en mi sano juicio. Estaba cegado por el dolor de la traición y el rechazo.
Él sonrió, la capucha le cubría la cara y no podía verlo, pero pude percibir su sonrisa ante mi pregunta.
-Es simple- se acercó a mi -El supremo se enteró de tu destierro- comenzó a caminar en círculos a mi al rededor -Y nos ha mandado en una misión especial-
Me sentía tenso. Los otros dos no se habían movido, solo observaban divertidos.-Quiere que te unas a su ejército- dijo muy cerca de mi oreja causándome un escalofrío -Quiere convertirte en un demonio- caminó lentamente con los demás -Y así, podrás vengarte de aquellos que te dieron la espalda- me miró fijamente.
Mi primer pensamiento fue reírme, pero dadas las circunstancias lo consideré.
-Tómate tu tiempo mi querido Rafael, sabes cómo encontrarnos- me dedicó una última sonrisa y se marcharon dejando un humo negro.
Estaba confundido. No sabía qué pensar.
Miraba al suelo cuando lo vi; tres plumas en la tierra.
Mis plumas comenzaban a caerse.
Ahí me di cuenta de la realidad, me había convertido en un ángel caído. Era el primer arcángel desterrado.
No podía perder mis alas.
Sentí mi interior colapsar, la ira me azotó nuevamente, el enfado y la tristeza.Nunca los perdonaría, y ahora se me daba la oportunidad de recuperar mis alas, pertenecer a un grupo de guerreros y lo más importante... Hacer pagar a aquellos que me dieron la espalda.
Casi no quedaban plumas en mis alas cuando tres días después acepté la oferta. El supremo me devolvió mis alas, solo que ahora se tornaban velozmente a un negro muy profundo.
Estaba en proceso de conversión, me convertiría en un demonio de alta jerarquía. Los príncipes del infierno me temían, nadie se metía conmigo.
Poco a poco, mi corazón fue tornándose negro, todos los sentimientos nobles que alguna vez tuve se fueron marchitando hasta que extinguieron. No quedaba nada del arcángel que alguna vez fui.
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Lágrimas de un Ángel, La Agonía de un Demonio
Science FictionLas estrellas miran, la luna me abraza... Un ángel llora. Ella, una humana cuyo destino ya está escrito. Depende de ella el destino de la humanidad pero, deberá elegir un bando; ángeles o demonios. Sea cual sea su decisión, el amor de su vida podría...