💌 Octaba sonrisa

1K 86 18
                                    

Los días pasaron, volviéndose semanas.

Tn estaba en su departamento, recostada en el sofá mientras leía un libro.
Alguien llamó a su puerta. Ella dejó el libro sobre la mesa de café y se levantó para abrir, viendo a un joven vestido de negro con la capucha de su chaqueta cubriéndole el rostro.

– ¿Hola? –habló con desconfianza.

– Hola Tn –sonrió, quitándose la capucha.

– Nimura –murmuró. Frunció el ceño.– ¿Qué haces aquí? –preguntó molesta.

– ¿Podemos hablar?

– No. Lárgate.

– No hasta que me dejes hablar.

– ¿Qué demonios quieres de mí? Vete.

Tn intentó cerrar la puerta, pero antes de hacerlo Nimura puso un pie entre la puerta para abrirla y adentrarse al departamento; ella lo miró molesta, y antes de decir algo él cerró la puerta y la tomó por los hombros.

– ¿Qué quieres?

– Llevo tiempo buscándote. ¿Por qué no quieres hablar conmigo?

– Porque no tengo nada que hablar contigo.

– Claro que sí. Somos amigos –sonrió.

– ¡No lo somos! ¡Dejamos de ser algo el día en el que ayudaste a salir a Rize y me dejaste a mí en ese maldito lugar!

– Tenías razón.

– ¿Qué?

– Rize no me convenía, es cierto. Debí haberte ayudado a ti a escapar.

– Pero no lo hiciste –se cruzó de brazos.– Me dejaste...por ella –suspiró.– No quiero verte, ¿Oíste? ¡Lár-ga-te!

– No quiero –se cruzó de brazos con una leve sonrisa.– No quiero irme, y no lo haré hasta que hablemos como se debe.

– ¿Qué es esto? ¿El arreglo tras un divorcio? Lárgate de una vez.

– Pero Tn-

– ¡Que te largues! –chilló.– ¿Cómo es que lograste pasar a mis guardias? Los voy a despedir a todos.

– No fue muy difícil –rió, sentándose en el apoyabrazos del sofá.– Creo que si deberías despedirlos –dijo con una sonrisa burlona.

– Lárgate, Nimura. Si no te vas, te golpearé –amenazó, mientras en sus ojos se activaba su kakugan.

– No –sonrió.– Golpéame si quieres, pero no me iré.

– ...Bien.

Tn tronó sus dedos y levantó el brazo, pero antes de poder golpearlo, Nimura la tomó de la muñeca y la arrojó sobre el sofá, quedando él sobre ella.

– ¿Qué demo...? ¡Suéltame!

– Te ves bien así –rió.

– ¡Nimura!

– Shh. Tranquila, no te haré nada, solo quiero hablar.

– No sabes cuanto te detesto... –gruñó.– Bien. Habla rápido y lárgate, me repugna ver tu cara de idiota.

Nimura rió mientras sujetaba a Tn, quien intentaba zafarse del agarre para levantarse del sofá, pues le incomodaba estar recostada con él sobre ella.

– Como te dije, tenías razón: Rize no me convenía, solo quería que la ayudase a salir del Jardín.

– Tarde te diste cuenta, ¿No crees?

Sonríe, Tn... 💌 Souta Nimura WashūDonde viven las historias. Descúbrelo ahora