Sonríe, Tn... 💌 Souta Nimura Washū

💌 Vigesimocuarta Sonrisa

[Kokuria]

– Mi dios –exclamó Furuta.– Veo que el cabello corto le queda bien, Takatsuki Sen-sei –dijo sonriendo.

– Silencio, maldito payaso de Kanou –contestó ella, con una sonrisa.

– "Maldito payaso de Kanou", ¿Eh? Tú de verdad sabes todo, ¿No es así? Comienzo a ver el por qué los de arriba están a tus pies –hizo una pausa.– Pero antes de continuar... –sacó un libro, el último que había publicado la escritora.– ¿Me haría el favor de firmarlo?

– ¿Un favor? ¿A ti?

– No es para mí, realmente no soy su fan; pero tengo una "amiga" que sí. Después de eso, puede decirme tantas groserías como su lengua pueda.

– Hm –rió.– Bien. Si no es para ti, con gusto.

– Se lo agradezco.

Nimura pasó el libro junto a un bolígrafo por la abertura. Eto los tomó y, antes de escribir, lo miró.

– ¿Cómo se llama tu "amiga"?

– Tn.

– ¿Tn? ¿No es la chica del piso SS? Ah... ¿Cómo era...? Oh, sí. Agrath.

– Eso no le importa, solo firme.

– ...Ya entiendo. Te gusta pero ella no te quiere...es más, te odia. Debe ser duro que tu amor te odie...o tu hermana menor...Estás enamorado de tu media-hermana menor ¿Sabes lo enfermizo que suena eso? Se llama "incesto".

– Cállate –sentenció.

Eto rió, burlándose. Volvió la vista al libro y lo firmó, devolviéndoselo luego al contrario. Nimura lo tomó, junto al bolígrafo.

– Gracias, que amable –lo guardó, sonriendo.

– Tu hermanita es bastante linda, y habilidosa. Se nota que odia mucho a su padre, sino no le habría volado tantos edificios, ¿Crees que pueda hablar con ella una última vez? –preguntó, solo para fastidiarlo.

– ¡Aléjate de ella! –gritó, golpeando la mesa con ambas manos. Hizo una pausa y rió, calmándose.– Sabes...Estoy completamente consciente de cuándo, dónde y con quién los miembros del Aogiri toman el té –dijo, cambiando de tema.

– Tú eres el que se unió y comenzó a hacer travesuras, ¿No?

[Kabukichō]

– Así que...quieres sacar a tu amiga de ahí.

– Sí. Pero necesito ayuda, gente que pueda penetrar la barrera del Kokuria.

– Y por eso recurres a nosotros.

– Tienen a su jefa ahí dentro, ¿Cierto?

– Aki, Nao –habló Banjou.– Sé que estarían dispuestos a hacer lo que sea por ella, así que...por favor...

– No es mala idea –dijo Aki. Todos lo miraron.– Reunimos al grupo de Banjou con Memento, Ayato abre la entrada al Kokuria e ingresamos; ustedes buscas a su amiga y nosotros a nuestra hermana. Es rápido, nos tomaría menos de 20 minutos si se hace bien.